Este viernes los medios se hicieron eco de dos novedades que, por separado, les dibujaron una sonrisa a los seguidores del "Lobo" jujeño.
Una es la revelación que hizo Andrea Prodan, hermano menor del mítico rockero Luca -nacido en Italia pero devenido ídolo en Argentina- y la otra, un anuncio que en cierto modo toca las fibras sensibles de la hinchada de Gimnasia y Esgrima de Jujuy: el jujeño Lucas González, de 19 años, debutó en el primer equipo de Independiente de Avellaneda.
Ocurre que Prodan, en una nota periodística publicada en Buenos Aires reveló, que a pesar de residir en Buenos Aires y haber sido inducido a hacerse hincha de River Plate o Boca Juniors, eligió -por razones que el periódico no explica- ser fanático nada menos que de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, mientras que en su país es incondicional de la Roma.
La otra buena nueva es que un heredero de estirpe albiceleste se convirtió en "diablo" y viste los colores del "Rey de Copas". Se trata de Lucas González, vástago de Alejandro González, histórico defensor de Gimnasia de Jujuy.
El pibe comenzó lo que ya a esta altura es una sacrificada carrera, a los nueve años en Argentinos juniors; en 2015 pasó a Independiente y el jueves a la noche, como el astronauta Armstrong, dio un gran salto por cuanto sin haber jugado en la competencia nacional, debutó directamente a nivel internacional en el partido que su equipo disputó ante Universidad Católica de Ecuador por los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Lucas González -a quien le dicen "Saltita" aunque nació en Jujuy- hizo declaraciones a la televisión al término del partido y se mostró feliz por el debut, ratificó su compromiso con el sueño de crecer y, claro, habló de su papá, un grande del fútbol en la región.