Organizaciones, legisladores y funcionarios nacionales propusieron este martes en la Cámara de Diputados de la Nación "incentivar los cultivos alternativos al tabaco" y el bambú se perfiló como la mejor opción por varias razones: ya hay especies autóctonas en las provincias tabacaleras, se adaptan al cambio climático y sirven para fabricar productos de lujo y de venta masiva.
En Jujuy la producción tabacalera es un componente central de la matriz productiva: actualmente las plantaciones ocupan casi 16.000 hectáreas y según el Anuario de Acopio de la campaña 2017 - 2018 del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, los productores jujeños declararon 37.182 toneladas de tabaco tipo Virginia y Criollo Argentino, lo que significó ventas a la industria del cigarrillo por más de 1.400 millones de pesos.
Al abrir el debate la diputada nacional Cornelia Schmidt Liermann advirtió que "hay un cultivo argentino que mata", y agregó: "La ética debe estar incorporada a la economía para producir de forma sana, sostenible y con trabajo justo".
Del encuentro también participó la Fundación Sustentarte, una organización sin fines de lucro liderada por mujeres que trabaja para erradicar la pobreza y mitigar los efectos del cambio climático, y que en la oportunidad presentó las cualidades del bambú para reemplazar paulatinamente a las plantaciones de tabaco.
Micaela Martínez, presidenta ejecutiva de Sustentarte, mencionó varios productos que actualmente se fabrica con bambú: carteras marca "Gucci", paneles de automóviles BMW, sábanas con propiedades termoreguladoras, medias que controlan los olores por sus componentes antibacteriales y cosméticos con precios aptos para el consumo masivo.
"Esta es una crema para el rostro de una marca coreana que se llama Erborean, es muy buena, yo la uso", comentó Martínez al concluir la lista y señalando una foto del producto proyectada en una pantalla.
Además, mencionó que investigadores argentinos trabajan en la producción de harina de bambú, con la que se podría, a su vez, hacer alimentos para personas celíacas.
Pero lo que hace del bambú una plantación recomendable para reemplazar al tabaco son, sobre todo, sus beneficios ambientales: esta planta recupera los suelos degradados, se adapta a la variabilidad climática -soporta sequías e inundaciones- y para usarla basta con podarla, no es necesario talarla.
Por último, Martínez mencionó que el bambú está presente en 18 de las 23 provincias argentinas, ya sea con especies exóticas o autóctonas, como ocurre, por ejemplo, en Misiones, una de las zonas tabacaleras junto con Salta y Jujuy.
Durante la reunión, Schmidt Liermann recibió además una petición con más de 810.000 firmas reunidas por la Unión de Internacional contra el Cáncer (UICC) para que la Argentina implemente el convenio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de lucha contra el tabaquismo, al que ya adhirieron 181 países.
El secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Lino Barañao, también participó de la reunión en Diputados y, allí, advirtió: "El consumo de tabaco mata 44.000 personas por año sólo en Argentina".
Más adelante, en referencia a los impuestos provenientes de la industria tabacalera que recauda el Estado argentino, agregó: "Es esquizofrénico recibir un rédito de algo que sabemos que es nocivo".
Por eso, informó que la Secretaría que él dirige trabaja actualmente con algunos gobiernos provinciales, productores regionales e inversores para generar cadenas de valor que permitan diversificar las plantaciones de tabaco y, así, evitar el "problema social que puede generar en el futuro la desactivación de este cultivo".
El director del programa de reducción del tabaquismo de la Secretaría de Salud, Ignacio Drake, dijo por su parte que "el diez por ciento" del gasto en el sistema de salud argentino se destina a tratar patologías derivadas del consumo de tabaco.
Al finalizar la reunión, la diputada Schmidt Liermann -representante de Cambiemos por la Ciudad de Buenos Aires-, anunció que enviará en las próximas semana a sus colegas legisladores el borrador del proyecto de ley que busca "incentivar los cultivos alternativos al tabaco, entre ellos el bambú".