Más de medio millar de personas hicieron su ingreso a San Salvador de Jujuy este mediodía integrando la columna de operarios del yacimiento de Mina El Aguilar -situada en el departamento Humahuaca-, que la semana pasada inició fuertes medidas de fuerza para exigir "mayores medidas de seguridad", al tiempo que, por falta de respuestas, pidieron una "inspección" para que se compruebe las actuales condiciones de trabajo.
"La ejecución de las políticas de seguridad que tiene la compañía se está haciendo de mala manera o por lo menos con desconocimiento de algunas cosas. Nos gustaría que el Estado venga a hacer una inspección para comprobar cómo se resuelven", declaró Carlos Trejo, titular de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) Seccional El Aguilar.
Después de desandar los más de 240 kilómetros que separan la mina de esta capital, los trabajadores y sus familias se dirigieron hacia la plaza Belgrano, para hacer presente sus reclamos ante la Casa de Gobierno.
Al asegurar que continuarán con el paro hasta encontrar una solución al conflicto, el dirigente planteó que "la discusión tiene posiciones totalmente encontradas".
"La empresa sostiene que sus políticas de seguridad y el trato a los trabajadores es el mejor. Nosotros denunciamos que las cosas no son como se pintan y necesitamos que haya un acompañamiento del Estado al pueblo puneño", remarcó.
Los trabajadores reclaman además la renuncia del gerente general de la mina, ya que argumentan que "las políticas de seguridad que ejecuta son distintas a las que tiene la empresa" y, además, hace un año que vienen siendo "maltratados, denigrados y discriminados".
Sobre las fallas en el programa de seguridad, el sindicalista afirmó que se han producido "accidentes" por los que "trabajadores sufrieron lesiones de distintos grados", como "un derrumbe en diciembre del año pasado por el que corrió peligro la vida de un operario, y otro episodio en 2013 donde murieron dos compañeros".
Trejo recordó que el reclamo por mejoras en las condiciones de trabajo lleva más de un año y ya había provocado el llamado a una conciliación obligatoria que se dio por terminada el 12 de junio pasado y por cuyo efecto "solo se pudo corregir algunas cuestiones".
Los trabajadores de la mina denuncian, entre otras cuestiones, que no se hizo los rellenos de los lugares dinamitados, hay niveles derrumbados y no se garantiza que no se provoque nuevos derrumbes.