En los últimos tiempos asistimos paulatinamente a los cambios que se vienen produciendo en el empleo efectivo de las energías alternativas (a los combustibles fósiles), principalmente la energía solar para obtener calor (energía térmica) y electricidad (energía fotovoltaica).
Desde luego, la minería está muy comprometida con el desarrollo de las energías alternativas (solar, eólica, nuclear y otras), que algunos también llaman no-convencionales, "verdes" o incluso "limpias", a pesar de que cada una de ellas no está exenta de producir sus propios impactos ambientales.
La minería es la que aporta los diferentes recursos minerales; metalíferos y no metalíferos o industriales, amén de las rocas de aplicación, para la producción de paneles, aerogeneradores, etc., así como para el montaje de las diversas estructuras soportantes.
Además, para obtener tales recursos mineros, se emplea volúmenes importantes de combustibles fósiles para las diferentes actividades extractivas, previos estudios (prospección, exploración) de áreas promisorias. De allí que, cuando se habla de energías alternativas, algunos optan por denominarlas "derivadas del petróleo".
El mundo marcha hacia un mejor aprovechamiento de las energías por diversas razones, siendo el crecimiento demográfico una de las que genera más presión, lo cual está llevando a un uso más eficiente de la energía.
Es bueno recordar algunos ejemplos en la historia moderna de los recursos energéticos, como el nacimiento de la industria automotriz, que impulsó la demanda de petróleo. Otro tanto ocurrió antes con el carbón cuando se desarrolló la era industrial.
Hoy, la industria automotriz viene encarando la generación de autos eléctricos y con ello, la utilización de baterías de litio. Esta tendencia está produciendo mayor demanda de este "vector energético" (recordemos que el litio es capaz de almacenar energía pero no de generarla, como es el caso de los combustibles fósiles).
Los combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón), seguirán liderando por un buen tiempo la matriz energética mundial, habida cuenta que los yacimientos no convencionales de este tipo no solo le dieron un tiempo extra al mundo petrolero, sino que en algunos casos lograron apuntalar su producción y mejorar reservas, mientras que en otros consolidar o recuperar el autoabastecimiento.
Es importante resaltar que en los tiempos que nos toca vivir, algunos especialistas consideran que el petróleo sigue siendo algo así como la "sangre" de la economía mundial.
Dentro de las energías alternativas a los combustibles fósiles, la energía solar se viene aprovechando en distintos países y los proyectos de parques solares se están multiplicando. Cada vez son más grandes y con interesantes potencialidades, especialmente en aquellos lugares que cuentan con mayor radiación y cantidad de horas solares.
Uno de los ejemplos es el de Dubai, que para algunos eclipsará a todos los conocidos. Su objetivo es producir 1.000 MW para 2020 y 5.000 MW para el año 2030, lo que lo convertirá en el proyecto de energía solar más grande del mundo en un solo lugar.
Nuestra provincia es rica en recursos naturales, entre ellos, los energéticos y mineros, con una potencialidad en cada una de sus regiones que espera la oportunidad de su alumbramiento. Solo tenemos que optimizar el conocimiento de cada una en lo que respecta a sus posibilidades en recursos y ser conscientes que con ello podemos propiciar y/o mejorar el desarrollo de las economías regionales.
De todos modos, sea cual fuere la energía (convencional y/o alternativa) que usemos o tengamos la posibilidad de acceder, el primer paso lo seguirá dando la minería, para proporcionar la materia prima necesaria para los materiales y construcción de los diversos componentes, que en definitiva permitirán aprovechar los recursos energéticos de la región en donde nos encontremos.
Un ejemplo más de que la industria minera es esencial para el desarrollo de la sociedad moderna.
* Instituto de Geología y Minería-UNJu / Centro de Geólogos de Jujuy