Hace dos semanas, los ex trabajadores de Super Uno S.A. que fueron despedidos sin previo aviso el año pasado, presentaron ante el Concejo Deliberante de Colonia Caroya un pedido para que sus los tres dueños de la empresa sean declarados "personas no gratas".
A raíz de ese pedido, los hermanos D'olivo, enviaron una carta a modo de "respuesta" de ese pedido que transcendió en los medios de prensa, según publica Radio Comunicar.
El comunicado
En la carta destacaron que desde el año 1903 la familia colaboró con la comunidad caroyense generando trabajo a pesar de todos los vaivenes económicos que sufrió el país.
Aseguraron que antes de la convocatoria de acreedores, "jamás dejaron de pagar un sueldo y fueron puntuales con sus compromisos y obligaciones".
Los D'olivo argumentaron: "el duro contexto económico a nivel local y general nos llevó a la durísima decisión de despedir a 59 trabajadores. Los primeros despedidos fueron 12 personas que guardan relación de parentesco con la familia, porque nos parecía incorrecto mantener a nuestros familiares en el puesto y despedir al resto".
En la carta explicaron que "los despidos se efectuaron porque la empresa no puedo mantener los salarios (…) fue una situación inevitable y repentina".
Además acusaron sufrir en este último tiempo "una serie de tormentos, vejaciones, insultos, descalificaciones, daños personales y materiales, y un altísimo nivel de violencia por parte de la sociedad".
Por consiguiente, sostuvieron que la petición de considerarlos personas no gratas es una declaración infundada, improcedente e inconstitucional.