Continúa la escalada de las protestas en Irán, y la tensión de hace cada vez más visible. En esta oportunidad, estudiantes tiraron abajo una pared de un comedor que tenía como objetivo dividir la zona entre hombres y mujeres.
Lo sucedido tuvo lugar el domingo pasado en la Universidad de Hormozgan, de la homónima provincia, que se caracteriza por ser una de las regiones más conservadoras del país.
Las imágenes muestran cómo un grupo de estudiantes logra, tras forzar, derribar una pared que dividía la cafetería del establecimiento, para que hombres y mujeres no interactuasen, mientras se escuchaba el grito “libertad”.
Lo sucedido se enmarca en las protestas que se dan en el país asiático tras el asesinato de la joven Mahsa Amini, que fue apresada por no llevar correctamente el velo puesto.
Séptima semana de protesta en Irán
Las manifestaciones se hacen cada vez más crecientes en la república islámica, y llevan casi dos meses de ininterrumpida actividad. Las protestas se centran en contra de las autoridades gubernamentales, además del pedido de libertad ante normas discriminatorias que rigen en Irán.
La muerte de Masha Amini, el 16 de septiembre, despertó aún más las incomodidades que ya se venían percibiendo en el Estado.
Pese a los intentos de las autoridades de reprimir las rebeliones, las mismas continuaron. El general de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salamí, lanzó una advertencia hacia los jóvenes: los “disturbios” deben finalizarse, además de que no salieran a las calles para no arruinarse sus futuros.
Sin embargo, estas amenazas enardecieron más a los estudiantes. En la Universidad de Kurdistán, los alumnos gritaron: “esto no es una protesta. Es el comienzo de una revolución”.
Para frenar este avance, el Parlamento de Irán decidió incrementar un 20% el salario de las fuerzas de seguridad.