En un giro que no estaba previsto por el devenir de los hechos en la guerra entre Rusia y Ucrania, el ejército del Kremlin anunció que retira sus tropas de la ciudad de Jersón, que es la única localidad que fue ocupada desde el inicio del conflicto, a fines de febrero de este año.
Con un escueto mensaje del ministro de Defensa ruso “proceda a la retirada de las tropas”, la orden militar quedó enunciada. Se sabía que los comandados por Volodímir Zelenski venían ganando terreno en la ciudad y se esperaba un brutal enfrentamiento.
Este movimiento podría interpretarse como una especie de retirada de Rusia de Ucrania. En dicha ciudad habitaban unas 280.000 personas antes del inicio de la guerra.
Sin embargo, Ucrania no se adelanta a los hechos y buscan “no cantar victoria hasta que la bandera de Ucrania no vuelva a estar flameando” sobre el centro urbano.
El general Sergei Surovikin, el máximo comandante militar ruso en Ucrania, notificó de la imposibilidad que se estaba dando en cuanto a la entrega de suministros en Jersón, en donde también se suman zonas de la región occidental del río Dniéper.
Esta eventual retirada podría estar evitando un gran enfrentamiento entre ucranianos y rusos en la región. Ya ciertos ataques se habían empezado a desarrollar, y más de 70.000 residentes habían sido evacuados a finales de octubre.
Jersón es una de las cuatro provincias de Ucrania que Vladímir Putin anexionó de manera ilegal y esto mismo data desde el 2014. En ella se impuso la ley marcial.