¿Tu pareja te llama así? 3 apodos que pueden anticipar una ruptura, según expertos

Si se dicen estos apodos con tu pareja, la relación podría estar en peligro.

¿Tu pareja te llama así? 3 apodos que pueden anticipar una ruptura, según expertos
Separación de pareja

Los apodos en pareja suelen parecer inofensivos o incluso tiernos, pero según especialistas en vínculos afectivos, algunos pueden ser una señal temprana de desgaste emocional. Aunque no lo parezca, el modo en que una persona se refiere a su pareja puede reflejar tensiones no resueltas, falta de conexión o incluso desprecio encubierto.

A continuación, te contamos cuáles son los tres apodos que, según psicólogos, podrían indicar que la relación está en problemas.

  • 1. “La jefa” o “el jefe”

Aunque suene divertido o irónico, usar estos apodos en exceso puede estar escondiendo una sensación de sumisión o control dentro del vínculo. Muchas veces se utiliza para remarcar que uno de los dos “manda” o toma todas las decisiones, lo que puede generar desequilibrios a largo plazo.

Qué dice la psicología: cuando uno de los miembros de la pareja asume siempre el rol dominante, se pierde la sensación de equipo y comienzan las tensiones silenciosas.

  • 2. “El colgado”, “la pesada” o similares

Apodos como estos, usados de manera reiterada, normalizan críticas o quejas que no se expresan abiertamente. En vez de hablar lo que molesta, se pone en un apodo, lo que puede generar resentimiento o sensación de no ser valorado.

Qué dice la psicología: este tipo de apodos actúan como “agresiones disfrazadas” y debilitan el respeto mutuo si no se detectan a tiempo.

  • 3. “Mi viejo” o “mi vieja” (cuando no hay humor compartido)

En muchas parejas argentinas, estos apodos son comunes y no implican nada negativo. El problema surge cuando se usan sin cariño ni complicidad, y terminan reflejando una visión rutinaria o aburrida del otro. Es decir, se deja de ver a la pareja como compañera o atractiva.

Qué dice la psicología: si ya no hay conexión emocional o sexual y el vínculo se transforma en una convivencia sin afecto, estos apodos pueden reforzar esa distancia.

¿Qué hacer si te sentís identificado?

Lo importante no es dejar de usar un apodo de un día para otro, sino revisar el tono, el contexto y lo que realmente se quiere expresar. Muchas parejas naturalizan palabras que en el fondo esconden fastidio, crítica o desinterés.