Por qué las manos y los pies están fríos, según los expertos

A pesar de que es normal que estos extremos del cuerpo estén más fríos que otras partes, es necesario prestar atención a una determinada enfermedad o síndrome.

Por qué las manos y los pies están fríos, según los expertos
Por qué las manos y los pies están fríos, según los expertos.

Es normal experimentar manos y pies fríos de vez en cuando, especialmente en condiciones climáticas frías. Estos síntomas suelen ser una respuesta natural del cuerpo para conservar calor y mantener la temperatura, sin embargo, es importante prestar atención a cuándo y cómo se presentan. En algunos casos, pueden ser una señal de problemas de salud subyacentes.

Entre los síntomas de las manos y los pies fríos está la mala circulación
Entre los síntomas de las manos y los pies fríos está la mala circulación

Qué dicen los expertos sobre las manos y pies fríos

El blog de Salud On Net indicó que, aunque existen diversas razones por las cuales las manos y los pies estén fríos, algunas son de fáciles de resolver, mientras que otras requieren la atención de especialistas. Entre las causas más comunes, detallan:

  • Mala circulación: La reducción en el flujo sanguíneo debido a la constricción de las arterias puede dejar las extremidades frías, ya que no reciben suficiente sangre para mantenerse cálidas.
  • Estrés: La liberación de adrenalina durante situaciones de estrés puede provocar la contracción de las arterias, reduciendo el flujo sanguíneo y enfriando las extremidades.
  • Enfermedades autoinmunes: La vasculitis, que inflama los vasos sanguíneos de manos y pies, puede estar asociada con otras condiciones como la fibromialgia o la artritis reumatoidea.
  • Ateroesclerosis: La acumulación de placas de colesterol y triglicéridos en las arterias puede obstruir el flujo sanguíneo y contribuir a la sensación de frialdad en las extremidades.
  • Medicamentos: Algunos tratamientos para jaquecas o migrañas pueden tener efectos secundarios que incluyen extremidades frías.
  • Mala alimentación: Una dieta inadecuada puede causar una mala circulación al concentrar el flujo sanguíneo en el sistema digestivo, reduciendo el aporte sanguíneo a las extremidades.
  • Neuropatía periférica diabética: En personas con diabetes tipo II, la alteración en los nervios periféricos puede causar una sensación de frío en manos y pies, aunque estos pueden estar calientes al tacto.

Qué es la enfermedad o síndrome de Raynaud

Los expertos señalan que requiere de una atención especial la enfermedad o síndrome de Raynaud: “Es un síndrome de causa desconocida que provoca que las manos y los pies estén fríos y de color azulado. Esta respuesta vascular exagerada también se produce en la nariz y las orejas y se debe a un bloqueo del flujo sanguíneo. Los dedos se ponen blancos debido a la falta de circulación sanguínea; después se vuelven azules a medida que se dilatan los vasos sanguíneos, para mantener la sangre en los tejidos; finalmente se tornan rojos, a medida que la circulación se va restableciendo”, señala el blog.

Este síndrome se asocia a enfermedades reumatológicas como la esclerosis sistémica o la artritis reumatoide. Para evitarlo, los expertos recomiendan lo siguiente:

  • Evitar la exposición al frío siempre que sea posible.
  • Es importante utilizar protección como guantes, calcetines y zapatos abrigados. Además,
  • Se recomienda no consumir cafeína ni medicamentos que puedan causar vasoconstricción. También es fundamental evitar el tabaco.

Cuáles son las recomendaciones para pies y manos frías

Los profesionales aconsejan seguir estos consejos ante manos y pies fríos:

  • Se recomienda realizar masajes, usar ropa de lana, tomar baños de agua caliente o emplear bolsas de agua caliente.
  • Es aconsejable reducir el consumo de harinas, azúcares y grasas, ya que pueden desmineralizar la sangre y los tejidos.
  • Mantenerse bien hidratado, bebiendo al menos 2 litros de agua al día, ayuda a eliminar toxinas.
  • Hacer ejercicio diario mejora la circulación al nutrir las arterias y oxigenar el cuerpo.
  • Evitar el estrés, la ansiedad y los nervios contribuye a mantener una buena circulación.