Este sábado 4 de enero, la Tierra llegará al perihelio, el punto de su órbita en el que se encuentra más cerca del Sol. Este fenómeno astronómico produce un aumento en la velocidad orbital del planeta, que alcanza los 110.700 kilómetros por hora, acelerando más de 3.420 kilómetros por hora sobre su promedio anual.
La órbita de la Tierra alrededor del Sol no es un círculo perfecto, sino una elipse que abarca 930 millones de kilómetros, con una velocidad media de 107.280 kilómetros por hora. Este recorrido se completa en 365 días y casi 6 horas, lo que origina los años bisiestos cada cuatro años.
La Ley de Kepler y el movimiento orbital
De acuerdo con la segunda ley de Kepler, los planetas se desplazan más rápido cuando están más cerca del Sol y más lentamente cuando están más lejos. Esto significa que en el perihelio, cuando la distancia entre la Tierra y el Sol se reduce a 147,1 millones de kilómetros, la velocidad orbital es máxima. En contraste, en el afelio, el punto más alejado, la velocidad disminuye a 103.536 kilómetros por hora, con una separación de 152,1 millones de kilómetros entre ambos cuerpos celestes.
En 2025, según el portal especializado timeanddate.com, el perihelio ocurrirá a las 13:28 UTC del 4 de enero, mientras que el afelio será el próximo 3 de julio a las 19:54 UTC.
¿Qué implica para la vida en la Tierra?
Aunque este acercamiento al Sol pueda parecer significativo, no tiene efectos directos en la vida cotidiana ni en las temperaturas terrestres. La percepción de calor en esta época se debe a la inclinación del eje terrestre, que determina las estaciones y no la distancia al Sol. Por lo tanto, aunque la Tierra esté más cerca del Sol, esto no causará olas de calor extremas ni otros eventos climáticos relacionados.
Curiosamente, tanto el perihelio como el afelio tienden a ocurrir unas semanas después de los solsticios. Este patrón astronómico es una constante del movimiento de la Tierra, pero no tiene un impacto significativo en los habitantes del planeta.
Así, este 4 de enero será un día más para quienes vivimos en la Tierra, aunque en el contexto cósmico estemos recorriendo el espacio a toda velocidad.