Según datos de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 1,3 millones de personas mueren alrededor del mundo como resultado de accidentes de tráfico cada año. En Argentina, por su parte, más de 10 personas fallecieron por día durante el 2021 en siniestros de estas características.
Para luchar en pos de la disminución de estos números, las ciudades adquieren cada vez más soluciones inteligentes para el manejo del tránsito que ayudan a garantizar la seguridad vial. De hecho, la OMS ha sugerido como una solución eficaz para abordar los problemas del tráfico, diseñar infraestructuras más seguras e incorporar tecnología en la planificación del transporte.
En esta línea, las cámaras de videovigilancia han evolucionado y se han convertido en una herramienta mucho más completa: no solo permiten ver los hechos una vez ocurridos sino que actualmente se utilizan también para prevención.
“En la actualidad las cámaras no están solo para detectar a quienes cruzan el semáforo en rojo, sino que la cantidad de cuestiones que pueden detectar es cada vez mayor: cambios bruscos de carril, desobedecimiento de las señales de tránsito, estacionamiento en carriles para bicicletas, uso del teléfono mientras se conduce, cinturón de seguridad desabrochado, u ocupar carriles de emergencia, entre otros”, comenta Agustín Cencic, Pre Sales Engenineer de Dahua Technology, fabricante de soluciones de videovigilancia.
Este monitoreo inteligente del tránsito también permite detectar camiones grandes que están prohibidos en el área monitoreada («zona roja») según el peso y la dimensión, así como el período de tiempo específico.
El exceso de velocidad, la mayor causa de accidentes
Y por supuesto, el exceso de velocidad: la causa de accidentes más predominante. Tal como indica un estudio realizado por la OMS, en los países de ingresos altos, el exceso de velocidad provoca aproximadamente el 30% de las muertes relacionadas con el tráfico, mientras que representa aproximadamente el 50% de las víctimas en los países de ingresos medianos.
Las cámaras equipadas con tecnología de reconocimiento automático de patentes (ANPR) capturan tanto el número de matrícula como el tiempo desde el principio hasta el final de la zona de detección. Luego, la información se transfiere a la plataforma DMSS para evaluar la velocidad promedio de cada vehículo que pasa. La distancia recomendada es de 2 a 5 km, lo que arroja una tasa de precisión del 99,8%. El margen de error disminuye a medida que aumenta la longitud de la zona de detección.