Lejos de la imagen tradicional del mate compartido en la cocina familiar -la yerba mate tiene penetración en el 90% de los hogares- o en rondas solemnes, los jóvenes vienen marcando un cambio de paradigma.
Este grupo etario es el principal responsable de haber trasladado la bebida nacional a espacios informales, dinámicos y colectivos, como aulas, bibliotecas, parques y centros culturales.
El mate es un símbolo de identidad, pertenencia y conexión, pero también implica reunirse y pasarla bien porque la ronda compartida genera bienestar. De ahí que para los universitarios, considerando el estrés académico y las largas jornadas de estudio, se pasa mejor con un mate en mano.
Otro de los cambios que se hace cada vez más notorio es la elección concienzuda de la yerba. Mientras antes en las familias era lo de menos, o se elegía en base a costumbre o precio, hoy los jóvenes otorgan otro protagonismo al consumo responsable, lo artesanal y lo saludable: eligen yerbas suaves y duraderas, con sabores que se mantienen.
“Así, los estudiantes resignifican la experiencia de matear. Desde el estilo de sus sets matero con termos intervenidos y mates personalizados, la forma en la que lo preparan, convierten este producto de la canasta básica en una expresión de estilo propio. Y, en el proceso, lo llevan a nuevos escenarios, amplificando su vigencia cultural y abriendo oportunidades para ampliar la ronda”, reflexiona Carolina Valeria, jefa de Marketing & Comunicación de Establecimiento Santa Ana (CBSé-MATEANDO).
De qué se trata el programa “El mate en la escuela”
El programa El Mate en la Escuela, que se desarrolla en cinco provincias argentinas, es una iniciativa que el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) lleva adelante junto a empresas yerbateras, pensada para convertir al mate —la infusión más argentina— en una herramienta de aprendizaje.
Los talleres “promueven el hábito saludable de matear y fortalecen la socialización en el aula”, además acercan a los estudiantes a la historia de la yerba, sus beneficios para la salud, y su valor económico y cultural en la región.
La empresa Establecimiento Santa Ana es una de las firmas que apoya la iniciativa mediante su yerba Mateando y acompaña el proyecto en la EPET Nº 20 de San Pedro, Misiones. Como parte de su compromiso, entregó mates autocebantes y yerba, fortaleciendo la promoción de “consumo responsable, los valores culturales y los hábitos saludables en las escuelas”.
“Desde Establecimiento Santa Ana, creemos profundamente en el poder de los vínculos como motor de transformación. Y cuando esos lazos se dan en el contexto de la educación, se potencian aún más”, aseveró Jorge Vallerstein, gerente de Recursos Hmanos de Establecimiento Santa Ana (CBSé-MATEANDO).