Romina Antueno, trabajadora social e integrante del Conicet, aseguró que esta idea surgió a través de una experiencia de depredación por parte de un puma que se alimentaba de un ganado ovino en la localidad de Andresito.
En ese sentido, expuso que en el sur del país dio muy buenos resultados ya que muchos pequeños y grandes productores lo implementaron. “Hablamos con varios de ellos y se dio la posibilidad de probar este método acá en Misiones”, contó Antueno.
“El pasado lunes, llegó el primer perro protector que se le entregó al productor que tiene más conflictos. El perro inmediatamente se acostumbró a las ovejas ya que el mismo tiene un buen vínculo con el rebaño y de esa manera, pasan a ser la familia del perro y por eso las protege”, explicó.
Romina Antueno manifestó que la idea es que a través de todas las instituciones tanto el Ministerio del Agro y la Producción, Fundación Vía Terrestre, Ministerio de Ecología y el Centro de Investigación del Bosque Atlántico (CeIBA) se pueda articular el seguimiento para poder capitalizar a Misiones de esta experiencia para observar cómo funciona.
Sobre ello, destacó que lo importante es que el perro se adapta a trabajar con cualquier animal, pero aclaró que hay que ver si el perro se adapta al clima, ya que está acostumbrado a estar en zonas donde no hace mucho calor.