El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela y comitiva, se reunieron con la Secretaría de turismo, industria, comercio y proyectos estratégicos de Foz de Iguazú, con la finalidad de analizar una potencial conexión directa de la línea aérea Copa Airlines entre ambos países.
El presidente de panameño recolectó información sobre los números que arroja el negocio del turismo en la ciudad brasilera y su área de influencia. El Parque Nacional de Iguazú, uno de los principales destinos turísticos del Brasil, factura alrededor de 3,5 millones de visitantes anuales, con su correspondiente impacto económico.
Las mejoras en la terminal de pasajeros del aeropuerto de Foz de Iguazú que se deben hacer incluyen la instalación de mangas telescópicas.
Un vuelo sin escalas entre Panamá y Foz de Iguazú incrementaría el tráfico de turistas desde Norteamérica y Centroamérica hacia una de las maravillas naturales del mundo, así como de pasajeros europeos que conectan hacia esta región a través del Hub de las Américas en el aeropuerto de Tocumen.
Latam Perú ya tiene un vuelo directo entre Lima y Foz de Iguazú, por lo que, en caso de prosperar la nueva ruta de Copa, habrá competencia desde la triple frontera en rutas desde y hacia el norte del continente americano.
Air Europa anunció que desde junio de este año tendrá un vuelo directo semanal desde Madrid a Puerto Iguazú, Argentina, que proseguirá luego a Montevideo, lo que significará la primera operación regular de pasajeros non stop entre el viejo continente y la región de las Cataratas del Iguazú.
Según se dio a conocer, en su momento Copa Airlines también analizó al aeropuerto Guaraní de Ciudad del Este, en Paraguay. Se estudian alternativas para acercar turistas a las ciudades de Foz y Puerto Iguazú, para atender a toda la región, pero al parecer quedó en desventaja respecto a las ciudades mencionadas.
Una eventual operación en Ciudad del Este, implicaría para Copa recibir una serie de incentivos en tasas aeroportuarias por ruta nueva y exploratoria, tal como se benefició durante dos años tras su llegada a Asunción.