La detención de la madre de la niña de 12 años fallecida en Colonia Victoria profundizó la investigación sobre el contexto de violencia y desprotección que rodeaba a la menor. La medida judicial expuso con mayor claridad las señales de alarma que, según la reconstrucción escolar, no habrían sido atendidas en el hogar. Mientras avanza la causa, la Justicia dispuso que los hermanos menores queden al cuidado de la abuela materna.
La docente Gabriela Baray, quien fue maestra de la estudiante en cuarto grado en 2022 y nuevamente en séptimo este año, relató que la niña era extremadamente introvertida y mantenía vínculos sociales muy reducidos. Nunca manifestó en el ámbito escolar la situación de abuso que más tarde salió a la luz y que había sido mencionada por una compañera, lo que derivó en el primer indicio de alerta dentro de la institución.
La maestra también describió una presencia casi nula de la madre en la escuela y un acercamiento del padrastro en el que se mencionaban problemas económicos, sin referencia alguna a la gravedad real de la situación que atravesaba la menor.
La contradicción entre lo que relató el padrastro y lo que afirmaron las amigas de la niña incrementó las sospechas sobre el rol de los adultos responsables. La intervención del equipo institucional comenzó cuando el padrastro informó un intento de suicidio, lo que activó el protocolo correspondiente.
Al día siguiente, otra alumna aportó detalles que cambiaron por completo la mirada del caso. Con la niña internada y en estado crítico, la escuela avanzó con la denuncia formal, un procedimiento en el que la docente terminó figurando como denunciante por un conflicto administrativo en la presentación.
La detención de la madre reorienta la causa hacia la posible responsabilidad de los adultos del núcleo familiar, mientras la Justicia continúa recabando testimonios y evaluando cómo se llegó a una situación de silencio prolongado frente a hechos de extrema gravedad. La protección de los hermanos menores y la intervención de los equipos institucionales ponen de relieve la urgencia de fortalecer los mecanismos de detección y resguardo en contextos vulnerables.
































