SanCor, la emblemática cooperativa láctea argentina, presentó oficialmente la apertura de su concurso preventivo de acreedores. Este proceso fue asignado por sorteo al Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la Cuarta Nominación de Rafaela, en la provincia de Santa Fe, y -según la empresa láctea- marca el inicio de una nueva etapa en el complejo camino hacia la estabilización financiera y operativa de la cooperativa.
Según Infocampo, la situación se da en un contexto en el cual la empresa mantiene la altísima cifra de 80% de ociosidad en su capacidad industrial, y con más de 300 despidos realizados.
Actualmente, Sancor tiene cinco plantas donde aún procesa leche: tres en Córdoba y dos en Santa Fe. La compañía acumula una deuda de USD 400 millones.
Un proceso marcado por la crisis y la reestructuración, según SanCor
Hace casi una década, en 2017, SanCor vivió una crisis que amenazó la continuidad de la cooperativa. La entidad tuvo que replantear su modelo de gestión y operatividad para hacer frente a la situación. Desde ese momento, comenzó un proceso de reestructuración que incluyó medidas como instancias extrajudiciales, el cierre de dependencias productivas y la venta de activos. A lo largo de los años, estas acciones permitieron estabilizar paulatinamente la situación, aunque los desafíos nunca desaparecieron.
En un contexto de incertidumbre económica y operativa, SanCor exploró varias alternativas para reactivar sus operaciones. Una de las más destacadas fue la negociación con un grupo empresarial interesado en desarrollar un fideicomiso que, en teoría, podría haber impulsado la recuperación financiera. Sin embargo, después de dos años de intensas conversaciones, la iniciativa no se concretó, lo que significó un obstáculo importante en el proceso de recuperación de la cooperativa.
El concurso preventivo como última opción
Ante la imposibilidad de concretar soluciones alternativas, SanCor optó por la apertura del concurso preventivo de acreedores, un paso judicial decisivo que busca ordenar las obligaciones existentes y crear un marco legal propicio para la consolidación de la cooperativa. Esta medida es vista como el siguiente eslabón en una cadena de acciones orientadas a encauzar la situación financiera y asegurar la viabilidad a largo plazo de la cooperativa.
En el último tramo de 2023 y hasta agosto de 2024, SanCor experimentó una significativa reducción en su operatoria. Esta situación, ampliamente comentada en los medios, impactó negativamente en los esfuerzos de recuperación de la cooperativa. A pesar de las dificultades, SanCor no cesó en su búsqueda de soluciones y continuó manteniendo un diálogo activo con nuevos interlocutores interesados en participar en el negocio.
Sin embargo, las gestiones generaron avances importantes, pero también evidenciaron que resolver las cuestiones pendientes relacionadas con deudas y otros desafíos financieros era esencial para cualquier futura negociación. En este sentido, la apertura del concurso preventivo de acreedores se convierte en una herramienta necesaria para reordenar la situación y abrir el camino hacia nuevas oportunidades.
Aunque los resultados de este proceso judicial aún son inciertos, SanCor ha expresado su confianza en que las partes involucradas lograrán llegar a un entendimiento beneficioso. La cooperativa se comprometió a seguir de cerca todos los procedimientos establecidos por la justicia, con el objetivo de garantizar transparencia y mantener informada a la opinión pública sobre los avances y decisiones tomadas en el marco de este proceso.