El Gobierno nacional ha decidido poner la lupa sobre la rentabilidad de las grandes empresas que operan en el país porque detectó una “excesiva rentabilidad” en algunos casos, en un contexto en el que los salarios de los trabajadores están perdiendo fuertemente su poder de compra por la inflación que para esta altura de septiembre ya superó el 80% anual.
“Estamos en un momento en el que hay una excesiva rentabilidad en las empresas. Y esto de alguna manera tiene que corregirse para que la carga de la distribución no termine cayendo siempre sobre las familias y los más vulnerables”, dijo la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, en su habitual conferencia de prensa de los jueves.
La funcionaria parafraseó así al secretario de Programación Económica, Gabriel Rúbinstein, un economista de corte liberal que secunda a Sergio Massa en el ministerio desde agosto y está a cargo de la gestión técnica de la política económica. Un crítico histórico del kirchnerismo que en esta oportunidad coincidió abiertamente con Cristina Fernández de Kirchner.
“Es fácil decir que hay un fuerte atraso salarial porque están 20% o 30% abajo en comparación con alguna época reciente, como que hay atraso cambiario porque hay una brecha del 90%. Y es fácil decir que hay atraso tarifario cuando las tarifas son 20% o 30% del costo de producción”, comenzó Rubinstein ante los diputados del Congreso el miércoles.
Y enseguida lanzó un mensaje directo a las grandes empresas en este contexto de discusión por la distribución del ingreso. “Ahora, hay algo que si está adelantado a nivel macro, lo que llamamos un residual, que son los márgenes brutos empresariales, que han quedado altos en general”.
El viceministro de Economía agregó que “hay que buscar la menara de ser eficiente y que los márgenes generales de las empresas vuelvan a lo que eran hace cuatro o cinco años atrás porque se han desfasado, se ha hecho una cuestión muy desordenada”. Esto, según el Gobierno, explica que hay empresas cada vez más pujantes pero con trabajadores cada vez más pobres.
Mientras Rúbinstein hablaba por la presentación del Presupuesto 2023 en el Congreso, el Indec publicó datos sobre el descenso de la pobreza del 37,3% al 36,5% en el primer semestre del 2022, respecto del segundo de 2021. En el mismo período la indigencia aumentó del 8,2% al 8,8%. Para la vicepresidenta, “esto evidencia el impacto del fuerte aumento en los precios de los alimentos”.
“Está más que claro que estamos ante un fenómeno de inflación por oferta y no por demanda. Las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad”, dijo Cristina Fernández de Kirchner en un mensaje publicado en la red social Twitter tras conocerse los datos del Indec.
Y agregó que el ministerio de Economía “ha trabajado duro en todas las áreas de su competencia, pero es necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia”.
Qué dijo Gabriela Cerruti en la conferencia de prensa
Este jueves, Cerruti afirmó en Casa Rosada que el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta y Massa hablan “permanentemente de estos temas”. En ese sentido, dijo que el ministro de Economía le confirmó que habló con Cristina sobre la pobreza y la indigencia “antes y después” de que la vicepresidenta publicara el mensaje en redes sociales.
Cerruti, portavoz del Presidente, dijo que “hay una necesidad imperiosa de generar una mayor redistribución de los ingresos; de un fortalecimiento del poder adquisitivo de los salarios; y de ponernos de acuerdo sobre que la rentabilidad excesiva de las empresas no forma parte de una comunidad en la que todos queremos vivir”.
Según la portavoz presidencial, esto “es parte del diálogo cotidiano dentro del Gobierno y de las políticas que el ministerio de Economía va a llevar adelante”.