A días de las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el foco principal pasa por la situación del dólar blue que arrancó la semana con una fuerte alza y rozó los $600. En el medio, la inflación y una aceleración en la devaluación del oficial que podría concretarse después del domingo.
Durante este lunes, la divisa extranjera paralela tuvo una jornada frenética y aumentó 22 pesos en el microcentro porteño para cerrar a $596, mientras que en el interior del país superó la barrera de los 600 pesos. De esta manera, creció más de 100 pesos en apenas un mes.
“Se veía venir porque siempre del 1 al 5, siempre baja el dólar porque las empresas cambian para pagar sueldos y todas esas cosas. Esta es la primera vez en dos años que empezó a subir del 1 al 5, así que eso no tiene vuelta atrás”, explicó una fuente a este medio.
Este martes, las cotizaciones bajaron cerca de un 0,84% y se empezó a vender a 590 pesos, como efecto del rebote por la fuerte crecida del primer día hábil de la semana.
El economista Eugenio Marí de la Fundación Libertad y Progreso, en diálogo con Vía País habló sobre algunas de la razones de la aceleración de la divisa extranjera en el mercado paralelo y qué puede evitar una escalada aún mayor.
“Hasta diciembre, Argentina tiene dos anclas: la expectativa de que cambiará el gobierno y que el próximo apostará por reformas que solucionen los desequilibrios económicos, y el financiamiento que puedan dar los organismos internacionales, en especial el FMI”, comenzó.
Pero, aclaró que “en las últimas semanas, en ambos frentes ha crecido la incertidumbre y como resultado los argentinos se sacaron de encima los pesos y los activos argentinos”. “Lo vemos reflejado en que ‘sube el dólar’ (aunque en realidad cae el peso) y sube el riesgo país”, explicó.
“Por un lado, las encuestas marcan un oficialismo más competitivo, lo que genera dudas sobre quién será el ganador de las elecciones y, además, cuál será la composición del futuro Congreso. Cuanto mayor sea el peso de la oposición, el mercado descuenta mayor facilidad para hacer reformas rápido y que el país evite una crisis”, agregó.
En tanto, también el foco está puesto en una devaluación del dólar oficial por parte del Banco Central, que abrió la semana con una subida del 1,04% y se vendió a $295,25. Mientras que en el mercado de bonos, el Contado con Liquidación arrancó firme quedando en $597,55 y el MEP cerró en 517,78 pesos.
La suba en el “blue” se debe, principalmente, a una reacción del mercado ante la inminencia del acto electoral. En ese sentido, cabe la posibilidad de una posterior caída, sumado al ajuste del Central, deje la brecha en el rango que el FMI exige como condición en el acuerdo.
El acuerdo con el organismo multilateral de crédito se definirá la próxima semana, cuando debería reunirse el Directorio del organismo para finalmente aprobar el Staff Level Agreement (SLA) que dispare un desembolso de US$ 7.500 millones.
En Economía apuestan a que sin la incertidumbre del proceso electoral y con la confirmación del día de votación del Board del FMI las expectativas entrarán en una etapa más favorable y habrá una recomposición a la baja.
Respecto al acuerdo con el Fondo, Marí remarcó que “el gobierno finalmente cerró un acuerdo técnico con el FMI, pero con desembolsos proyectados que son lo justo y necesario para pagarle los vencimientos”. “Es decir, no hay refuerzos para las alicaídas reservas del BCRA, que se va quedando sin margen de maniobra (recordemos que las reservas netas son negativas en unos US$10.000 millones)”, explicó.
“Esta dinámica se exacerbará o tranquilizará según el resultado de las PASO, según si se convalidan las expectativas de cambio de rumbo o no. Paradójicamente, lo que sea bueno para el Massa candidato será negativo para el Massa ministro de economía”, aseveró.
Y completó: “Lo que estamos viendo es una caída en la demanda de pesos que presiona a que caiga el valor de nuestra moneda. Los mercados financieros son los que más rápido reaccionan ante esta caída en la demanda; es así que vemos que el tipo de cambio sube (cada vez necesitamos más pesos para comprar el mismo dólar)”.
La inflación en la mira para después de las PASO
El Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) dará a conocer el próximo martes 15 la inflación de julio, dos días después de conocerse los resultados electorales. En ese sentido, las proyecciones de algunos economistas privados señalan que se ubicaría entre un 6,6 y 7 por ciento.
El promedio de siete consultoras que ya publicaron sus trabajos estiman que la suba de precios del mes pasado fue de 7%.
La Dirección de Estadística de las Ciudad de Buenos Aires informó que la inflación en su área fue de 7,3%, por encima del 7,1% de junio.
La Fundación Libertad y Progreso remarcó que para el séptimo mes del año habrá una aceleración respecto al mes de junio (6%) y alcanzando una inflación acumulada en 2023 del 60,6%. “El dato de julio convalida las expectativas de que la inflación había tocado su piso en junio para volverse a acelerar en la segunda mitad del año”, explicó Lautaro Moschet, economista de la institución.
Sin embargo, el octavo mes del año también se proyecta como un mes complicado en materia inflacionaria producto de la crecida del dólar. “Por ahora estimamos que la inflación de agosto se ubique en el rango 7,5-8,0%, pero si después de las elecciones las aguas no se tranquilizan entonces se corre el riesgo de consolidar la corrida contra el peso y que el IPC se ubique entre el 8 y 9% mensual”, lanzó Marí.