La Argentina y el FMI continuarán con las negociaciones para reformular el acuerdo de facilidades extendidas, tras la serie de reuniones que mantuvo la delegación del organismo multilateral en Buenos Aires.
“La reunión fue positiva, los equipos técnicos seguirán trabajando en los próximos días con la intención de emitir un comunicado en conjunto con las conclusiones de la visita”, señalaron fuentes oficiales a este medio.
La definición se dio a conocer luego del encuentro que mantuvieron el jefe de Gabinete, Nicolas Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, con Luis Cubeddu, Subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI; Ashvin Ahuja, Jefe de la Misión, y Ben Kelmanson, representante del FMI en Argentina.
El esperado encuentro se concretó esta tarde en la Casa de Gobierno y se extendió por espacio de 90 minutos.
Tras esa reunión Caputo y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, realizaron una evaluación en el Ministerio de Economía y regresaron a la Casa de Gobierno para informar al presidente, Javier Milei.
Principales definiciones
La delegación del FMI que trabaja desde el viernes en Buenos Aires permanecerá un día más en el país.
Pese a la necesidad de financiamiento, el Gobierno nacional insistió en que su intención es mantener el programa actual y no pedir más dólares.
En la mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que “no hay pedido de fondos frescos” y reiteró que se trabaja en reflotar el acuerdo caído por los incumplimientos.
La opción de reformulación y no de armado de un nuevo programa obedece a que el estatuto del FMI no lo permite. Lo mismo sucede con la posibilidad de pedirle más plata, dado que no está contemplada en el texto firmado en marzo de 2022.
De allí que los desembolsos a corto plazo no superarían los US$ 3.600 millones, correspondientes a la revisión de noviembre y un adelanto los US$ 1.000 millones que debían llegar en marzo por la octava auditoría que fue reemplazada por la que está sucediendo.
De ese total no quedará nada, porque US$ 960 se van para la CAF y el resto vuelve al FMI con los pagos que deben realizarse el 31 de marzo y el 1° de febrero.
No pedir más dinero implica que durante 2024 el flujo de divisas entre Argentina y el FMI será negativo en unos US$ 3.000 millones.
Pero en las negociaciones surgió una inquietud de los emisarios del FMI que sorprendió a los funcionarios argentinos: la redacción del comunicado y la intención del organismo de despegarse de las consecuencias.
Si bien en todos los acuerdos firmados el FMI busca resguardar su imagen con alguna frase que aluda a la “protección de los más vulnerables”, en esta oportunidad se percibió un especial interés en ese aspecto.
Los delegados del organismo multilateral saben que la propuesta de Milei es mucho más dura de la que podían haber exigido y por eso quieren que quede taxativamente escrito que el plan “es del Gobierno argentino”. De ningún modo quieren “quedar pegados” con algún tipo de cimbronazo político o social que pudiera producirse por los efectos del ajuste.
Subió el dólar
Mientras se sucedían las reuniones con los delegados del FMI, el dólar experimentaba otra suba. El libre trepó a $ 1.030, pero el foco estuvo puesto en las variables financieras. El MEP avanzó 3,3% a $ 1.141,62, pero mucho más picante estuvo el Contado con Liquidación (CCL) que avanzó 5,4% en la jornada y escaló a $ 1.201,55.
De esta forma la brecha se amplió a 45% y ya comienza a generar preocupación dentro del equipo económico porque hace menos de una semana era de apenas el 8%.
El movimiento de la divisa reflejó de alguna manera la incertidumbre que generó la falta de definiciones concretas sobre la negociación con el organismo, que se sumó a un nuevo fallo en contra del DNU 70 por parte de la Justicia.
Pese al contexto, el Banco Central compró hoy US$ 73 millones y las reservas brutas quedaron en US$ 23.231 millones. Este valor representa una caída de US$ 889 millones, producto del pago de vencimientos de títulos públicos.
Por otro lado, el Gobierno extendió el plazo para la inscripción al Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior hasta el 24 de enero, instrumento para la suscripción del Bopreal.
Se habilitó la postergación “por algunas demoras operativas que impidieron la carga de determinadas deudas”, señaló la Secretaria de Comercio.
Tener claridad en quienes son los importadores y los esquemas de sus deudas resulta fundamental para la transparencia del mecanismo.
El padrón de deuda comercial de importadores (DJDI), que se abrió el 27 de diciembre ya superó los US$ 14.000 millones.
La floja adhesión al Bopreal es una de las causas que motivo la suba de los dólares financieros.