Poco antes de morir, en febrero de 1984, el gran Julio Cortázar fue retratado por el fotógrafo argentino Dani Yako.
La ocasión del flash fue una visita silenciosa, en los albores de la democracia recuperada. Julio Cortázar dijo que venía a despedirse de su madre, pero nadie entendió que, en realidad, el que estaba por partir era él, que falleció dos meses después.
Dani Yako, quien lo retrató en ese paso fugaz por la Argentina con su eterno cigarro en mano y su mirada inmensa, cuenta las impresiones de aquel día y aquella foto que pasó a la historia.