La polémica llegó al US Open individual femenino, luego de que la tenista checa Sara Bejlek (194°), de 16 años, fue abrazada por su padre y su entrenador de una manera un tanto inusual. Pero más allá del incómodo suceso, la checa sobresale en el mundo del tenis desde muy pequeña y cuenta con un gran futuro.
Su nombre comenzó a sonar fuerte hace varios años, ya que siendo una niña se destacó en el circuito Junior y juega desde los 15 años en el circuito ITF. Con esa edad, ya formaba parte de las mejores 400 jugadoras del mundo.
En octubre de 2021 ganó la Junior Billie Jean King Cup (la Copa Davis femenina para menores de 18 años), y durante este año comenzó a confirmar su alto nivel con dos subcampeonatos: en el M25 de Santa Margherita di Pula y en el W60 Ceska Lipa. En junio pasado fue semifinalista en Roland Garros junior, donde perdió en tres sets contra Lucie Havlickova, de 17 años, quien le ganó la final a la argentina Solana Sierra.
La joven zurda logró un título resonante en julio de este año, cuando se quedó con el W60 de Olomuc, torneo en el que ganó a jugadoras de renombre como Diane Parry por partida doble, Francesca Jones, y la argentina Paula Ormaechea.
Con su ubicación en el ranking, en el puesto 194, pudo entrar a las preseleccionadas para jugar la qualy del US Open, algo poco habitual en jugadoras menores de 18 años.
Cómo fue el escándalo que protagonizó Sara Bejlek
Tras la victoria por 3-6, 6-4 y 7-5 ante la británica Heather Watson en el US Open, fue a abrazar a su padre Jaroslav Bejlek y a su entrenador Jakub Kahoun. Los hombres respodieron al gesto, pero al mismo tiempo le dieron palmadas en la cola, algo un tanto raro teniendo en cuenta que, además, estaban en público. Asimismo, su progenitor le dio un “piquito” luego de lo antes mencionado.
Luego de las rápidas repercusiones y el asombro por lo ocurrido, Bejlek se vio obligada a hablar al respecto. “Fue una reacción espontánea de todo el equipo”, comentó. “Papá es mi papá y siempre lo será. Y conozco a mi entrenador desde que tenía ocho años”, argumentó la checa. Y agregó que “si algo similar sucediera en la República Checa” no tendría esta trascendencia pero “como pasó en Estados Unidos todo el mundo lo comenta”.
Así, la joven minimizó la situación y dio a entender que en su país es algo común ese tipo de demostraciones, pero aseguró que “no volverá a repetirse”.
“Ciertamente puede parecer inconveniente e incómodo para algunos, pero ya lo hemos discutido con el equipo. No volverá a suceder”, afirmó.
Las repercusiones en las redes
Como suele suceder en estos casos, las imágenes se viralizaron rápidamente y también surgieron enseguida las críticas al accionar de los acompañantes de la joven. Hasta llegaron a pedir que la WTA investigue el hecho.
“No hay absolutamente ninguna razón para tocar a una chica de 16 años en su trasero de esa manera. Es más que inapropiado”; “A medida que avanzaba el video, empeoraba cada vez más”; “La WTA necesita investigar esto, especialmente porque estas jóvenes viajan con hombres desde una edad muy temprana. También pueden decir que es el papá, pero ¿tu papá te toca el trasero así?”, fueron algunos de los comentarios que se leyeron en Twitter.
Del otro lado, hubo quienes justificaron los hechos por una cuestión “cultural”. “Es bastante común en República Checa. No es algo que yo haría, pero muchos hombres simplemente no piensan en ello de manera sexual”, dijo un usuario.
