A más de un año de la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de seis años de 9 de Julio, Corrientes, el caso sigue sin resolverse y el dolor en la comunidad continúa latente. Mientras el pacto de silencio entre los siete detenidos no se quiebra, esta vez fue un vecino muy cercano a la familia quien se animó a hablar públicamente. Sus declaraciones generaron conmoción.
Se trata de César Contreras, vecino directo de María y José, los padres del pequeño. En una entrevista con Revista Gente, Contreras compartió su angustia y su cercanía con Loan: “Estoy sufriendo. Porque él era mi corazón”, aseguró con la voz quebrada. Según contó, sus propios hijos y nietos solían jugar con el niño, y su ausencia lo marca día a día. “Fijate que el sobrinito de él es parecido, tiene casi la misma edad, y a veces le digo Loan por error. Me parte el alma”, expresó.
“Los mismos parientes nomás lo hicieron pelota”
En su testimonio, Contreras dejó entrever que la desconfianza crece en el pueblo y que el impacto de lo sucedido modificó para siempre la forma en que las familias cuidan a los niños: “Ahora no lo podés dejar con cualquiera. Tenés que llevar a los chicos a todos lados. Antes había libertad, ahora ya no. ¿De quién confiás si los mismos parientes nomás le hicieron pelota?”, sentenció, con profunda indignación.
El vecino no mencionó nombres específicos, pero sus palabras reavivan las sospechas y el dolor en una comunidad que clama por respuestas. “Algo raro hay, para mí. Algo raro hay. Y tienen que aparecer, tienen que saber algo porque se están olvidando todos”, concluyó, haciendo un llamado a que el caso no caiga en el olvido.
La causa sigue sin avances concretos
Loan lleva más de un año desaparecido. A pesar de la presión mediática, las marchas y los reclamos de su familia, el caso parece estar estancado. Los siete detenidos continúan sin quebrar el silencio y, mientras tanto, la esperanza de encontrar al niño se sostiene con cada nuevo testimonio que busca mantener viva la causa. Las palabras de César Contreras reflejan el sentimiento de impotencia que recorre no solo a los habitantes de 9 de Julio, sino a gran parte del país. Argentina sigue esperando verdad y justicia.
