El Villarreal quiere hacer historia y lograr llegar por primera vez a una definición de UEFA Champions League. Sin embargo, la dura derrota ante Liverpool lo dejó rengo de cara al partido de vuelta que se jugará este martes. El hincha está ilusionado, ya que la última vez que alcanzó las semifinales fue en 2006 y de la mano de uno de sus ídolos, Juan Román Riquelme.
El “Torero” fue uno de los hombres fundamentales para que el Submarino Amarillo pueda alcanzar por primera vez esa instancia, en un equipo plagado de figuras sudamericanas como Diego Forlán o Juan Pablo Sorín. Sin embargo, el sueño se esfumó de un momento a otro.
En aquella ocasión, se enfrentó al Arsenal que dirigía Arsene Wenger, el francés que estuvo más de 20 años al frente de la institución. El conjunto inglés venía de tener sus mejores años junto a un Thierry Henry que estaba en su esplendor. Pero enfrente estaba uno de los mejores jugadores de La Liga y uno de los equipos sorpresas de ese año.
El partido de ida había quedado para los Gunners por 1 a 0 en Londres, pero en la vuelta todo parecía que podía darse vuelta. El 0 a 0 le daba la clasificación al conjunto inglés que había aguantado los embates del conjunto que hacía de local en el Estadio Madrigal.
Cuando el partido promediaba los 43 del segundo tiempo, el equipo local, que venía atacando y empujando en busca del tanto que estire todo hasta el suplementario, obtuvo un penal a favor tras una falta a José Mari. El encargado de patear ese penal fue Juan Román Riquelme, la gran figura del conjunto amarillo.
Como había acostumbrado en Boca, besó la pelota mientras se acercaba al punto de los doce pasos, mientras que en el arco de enfrente esperaba un tal Jens Lehmann, arquero alemán que también fue verdugo de la Selección Argentina en 2006. El 10 pateó mal, a media altura para el sector derecho del guardameta, que adivinó y el germano se hizo gigante para tapar esa pelota.
Riquelme quedó en la historia del Villarreal, no por ese penal fallado, sino por ser la principal figura de un equipo humilde que derribó gigantes y alcanzó una instancia que recién volvió a lograr 16 años después. En aquella Champions, donde Barcelona de un juvenil Lionel Messi sería campeón, pero el 10 fue uno de los más destacados con 2 goles y seis asistencias.