Sainz, ganando por cuarta vez la carrera, a los 61 años; la primera victoria de Audi en el último año de participación de la marca; al menos por ahora. La dureza de la prueba, la más exigente de las cinco concretadas hasta hoy en Arabia Saudita. La vigencia de la competitividad de los argentinos, absolutos protagonistas en Motos y Quads. La muerte del español Falcón y la peligrosidad histórica de la prueba. A continuación, lo más destacado que dejó la edición 46 del rally Dakar, la epopeya del deporte motor.
El mérito de Sainz, ganador con Audi del Dakar 2024
Carlos Sainz una vez más hizo historia en el Dakar. La carrera “más inteligente” que le vio correr su hijo, Carlos Sainz Jr., según relataba el viernes el piloto de la escudería Ferrari de Fórmula 1 a la llegada de su padre.
Sainz, de 61 años y en su décimo séptimo Dakar (debutó en 2006), fue eliminando uno a uno a sus rivales y, de la mano del catalán Lucas Cruz, su copiloto, y de un Audi híbrido (cuya potencia se obtiene de la combinación de energía química -combustión interna- y eléctrica), lograron la primera victoria de un coche de este tipo en la historia del evento. Para Audi, se trataba del último intento con este proyecto tecnológico. Y lo lograron.
Sainz superó al catarí Nasser Al-Attiyah (Prodrive) tras la etapa reina, la crono 48 horas sobre el desierto, y conservó el liderazgo durante la segunda semana, en la que mantuvo un vibrante duelo con su excompañero francés Sebastien Loeb (Prodrive). Pero una conducción impecable y regular, una fiabilidad exquisita del Audi, algo que en las ediciones anteriores estuvo en entredicho, y una avería del francés terminaron por rematar el cuarto Dakar de Sainz y Cruz.
La vigente competitividad de los argentinos en el Dakar
Kevin Benavides salía a defender el título en Motos, con KTM. Su hermano Luciano, luciendo en su Husqvarna el número 1 en la largada, al haberse consagrado en 2023 campeón mundial de Rally-Raid W2RC, el certamen del cual el Dakar era la primera fecha del calendario de este año, tal como lo había sido el anterior. Y Manuel Andújar, junto a Francisco Moreno, entre los pilotos favoritos en Quads. Los argentinos, demostrando la vigencia de su protagonismo aún con la carrera ya muy lejos de América del Sur, donde transcurrió durante 11 ediciones inolvidables entre 2009 y 2019 inclusive.
Las circunstancias de una prueba muy pareja en Motos dejó este año a Kevin ganando varias etapas pero sin poder quedar en el podio; Luciano, un poco más atrás, sin poder repetir el notable tercer lugar de 2023, que ahora fue para el francés Adrien van Beveren, también con Honda. Gladiadores los hermanos salteños, de todas formas.
El gran vencedor de la categoría fue el californiano Ricky Brabec (Honda), el máximo exponente del dominio de las Honda en este 2024, después del poder exhibido en 2023 por las KTM. Y grandioso lo del botsuano Ross Branch (Hero), que con una moto de la marca india consiguió la segunda posición.
Siempre en referencia a la lucha por la punta, a pesar de que la diferencia se fue más allá de los diez minutos al final de la carrera, la batalla entre Branch y Brabec fue una de las más interesantes de la categoría, que también dejó otro importante duelo por el tercer puesto entre van Beveren y el chileno Nacho Cornejo (Honda), quien a pesar de lograr tres victorias de etapa, terminó naufragando por los problemas mecánicos.
En Quads, lo de Andújar fue supremo. En su séptimo Dakar, el bonaerense de Lobos supo encontrar el ritmo necesario para destronar a su archirrival francés Alexandre Giroud. Fiel a una estrategia que sacó lo mejor de su gran destreza sobre la arena, en la dunas, fue cauto también en las etapas más pedregosas. Así, logró su segundo triunfo en la competencia, dejando en evidencia una vez más el histórico protagonismo de los argentinos en la categoría, algo que comenzó con Marcos Patronelli en 2009.
La muerte del motociclista Falcón y la eterna peligrosidad del Dakar
Pese a la alegría de cerrar una dura edición, que trató de innovar con la crono de 48 horas, una etapa reina dosificada en dos días y que transcurrió por las dunas del Empty Quarter, parte del desierto de arena más grande del mundo, este 2024 quedará marcado por ser la edición en la que falleció el Falcón a consecuencia de una caída.
El motociclista catalán falleció el pasado lunes, ocho días después de que se accidentara durante la segunda etapa en un punto de la especial y los servicios médicos tuvieran que reanimarlo después de que perdiera el pulso durante varios minutos.
Pese a ser repatriado a España, sus lesiones neurológicas tras el paro cardiorrespiratorio y el edema cerebral impidieron que Falcón se pudiera recuperar.
Nos preguntamos si es posible un Dakar sin muertes de participantes o de eventuales espectadores. Decir que sí sería desconocer la naturaleza riesgosa misma del deporte motor; más aún la de una prueba extrema como el Dakar, donde justamente el riesgo de accidentes se extrema.
Decir que no sería no confiar del todo en aquel concepto de “accidente” dado por la Organización Mundial de la Salud: “un accidente es algo que se puede evitar”. ¿Entonces? Quedan los esfuerzos de la organización por limitar al máximo la posibilidad de los accidentes, pero donde exista el riesgo propio de este deporte, como de tantos otros, existirá la posibilidad de que se produzcan.
Está claro que las tareas de rescate y los operativos de seguridad y sanidad de los organizadores cada año se siguen optimizando. Al final, también vale recordar las palabras del creador del Dakar, el francés Thierry Sabine, fallecido justamente durante la edición ‘86 en un accidente -aéreo-, cuando le cuestionaron la peligrosidad del evento que había concebido. “Se arriesga el que quiere”.