El exjugador del Barcelona, de la selección brasileña y de muchos otros equipos, Dani Alves, había pedido este martes a la Audiencia de Barcelona que lo dejase en libertad a la espera de que sea firme la sentencia que lo condenó a cuatro años y medio de cárcel por violar a una mujer en una discoteca de Barcelona. Finalmente, se acordó su libertad provisional tras pagar una fianza de un millón de euros.
El pedido, Alves lo había justificado diciendo: “Creo en la justicia. No voy a huir”. Y es que ante los recursos económicos del deportista, uno de los recaudos de la parte acusadora era evitar que el brasileño pudiese huir.
La decisión de la Audiencia de Barcelona es que Alves pueda salir de la cárcel tras pagar esta fianza y con la obligación de no poder salir del país. Por lo que debe entregar sus dos pasaportes (español y brasileño) y presentarse semanalmente ante el tribunal.
Asimismo, tampoco se puede acercar a la denunciante en un rango de al menos 1.000 metros de su domicilio, lugar de trabajo y cualquier otro sitio frecuentado por ella. Por supuesto, tampoco puede comunicarse con ella.
Pese a esta leve situación ventajosa para el exfutbolista, en la audiencia realizada este martes, la Fiscalía se había opuesto a su libertad argumentando su capacidad para huir.
Al final de la misma, Alves había intervenido por videoconferencia desde la cárcel Brians 2, en la que lleva más de un año en prisión provisional. ”Creo en la justicia. No voy a huir”, había asegurado.
Cabe destacar que la acusación particular ejercida por la víctima y la defensa han presentado contra la sentencia que lo condenó a cuatro años y medio de cárcel por violar a una joven en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre de 2022.
La Fiscalía, que en su recurso contra la sentencia pide a la Audiencia que condene a Alves a nueve años de cárcel, había pedido al tribunal que mantenga en prisión al futbolista, argumentando que sigue existiendo riesgo de fuga, si cabe más aún después de la sentencia, puesto que la pena sigue siendo alta.
Respecto de los recursos económicos de Alves, la defensa aduce que esa capacidad económica no es tal, dado que a raíz de su detención se rescindieron los acuerdos de patrocinio que Alves tenía firmados con varias marcas, perdió su trabajo en el club de fútbol Pumas de México y aún no ha cobrado la suma que le adeuda Hacienda por un contencioso tributario que se resolvió a su favor.
El documento oficial de la justicia de Barcelona
“La Sala resuelve acordar la prisión provisional de Daniel Alves Da Silva eludible mediante el pago de una fianza de 1.000.000 euros y en caso de verificarse el pago, y acordarse su libertad provisional se procederá a la retirada de los dos pasaportes, español y brasileño, la prohibición de salir del territorio nacional, y la obligación de comparecencia apud acta ante esta Audiencia Provincial semanalmente, así como cuantas veces sea llamado por la Autoridad Judicial.
Asimismo, se impone a Daniel Alves Da Silva la medida de prohibición de aproximación a la persona de la denunciante a una distancia no inferior de 1.000 metros de su domicilio, lugar de trabajo y de cualquier otro lugar frecuentado por la misma, así como de comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento, hasta que recaiga sentencia firme; declarando de oficio las costas”.