Casi a 300 kilómetros al norte de la Capital provincial, el pequeño municipio rural de San Isidro volvió a ser noticia y por el mismo motivo: la adquisición de vacunas anticovid-19. Vilma Ojeda se había enterado por radios locales que en su comunidad se iba a desarrollar una jornada de vacunación, pero la sorpresa fue cuando supo que se realizaba en un paraje rural a 20 kilómetros del municipio.
Hasta allí fue y pidió explicaciones a la directora de Inmunología de la provincia, Marina Canteros. “No dio ninguna respuesta de por qué estaban vacunando según una lista cuando la gente se inscribió en las plataformas oficiales”, explicó la jefa comunal.
“En esa lista que armó una concejala radical llamada Mayra Cáceres, había 500 personas, pero al paraje acudieron más de 1.000 y tampoco pudieron vacunar ni siquiera a todo los que estaban en esa nómina. Sobraron 110 dosis”, relató Ojeda.
Reclamo ante el gobernador
Vilma Ojeda en persona había reclamado al gobernador Gustavo Valdés por las vacunas que no llegan a su distrito, el mandatario se enojó y golpeó a un cronista que grababa el pedido de la intendenta. San Isidro recibió hasta el momento 230 vacunas, tiene 12 mil habitantes diseminados en zonas rurales y el último embarque arribado a la comuna fue en abril pasado.