Darío Sosa vivía en el barrio Estación de Santa Lucía Corrientes. Pero hace un año cambió la tranquilidad de su pueblo natal por las luces de Buenos Aires, Palermo fue su destino. Ahora vive su sueño de integrar la banda de música del Regimiento de Infantería 1 de "Patricios", el más antiguo del Ejército Argentino y de Hispanoamérica.
La historia de Darío entra a cambiar de rumbo cuando por el 2016 culmina sus estudios secundarios en su pueblo, la música era el sinónimo de pasión y vio la oportunidad de trasladarse hasta Goya para integrar la banda de música del Batallón de Ingenieros de Monte 12 de Goya, lugar donde tenía un amigo tocando. Pero no sería tan sencillo ya que Darío debía transitar todos los días la ruta desde su lugar natal hasta la segunda ciudad de Corrientes, pero eso no fue ningún inconveniente cuando se trata de seguir los sueños por eso lo realizó sin mayores inconvenientes.
Darío le contó su historia al diario El Litoral, “a las 7 partía desde Santa Lucía para concurrir a las clases que se dictaban en el Batallón de Ingenieros Monte 12. Regresaba a mi casa a las 13,30. En esa franja horaria almorzaba para después poder dormir un rato y así juntar fuerzas para ir a dormir”. Las fuerzas necesarias para emprender el trabajo de recolector de residuos de su pueblo. Su jornada laboral se podía extender hasta las 23 horas.
Esta rutina demandaba un sacrificio importante, pero tenía en claro que era el peaje para poder seguir con su objetivo de aprender a tocar el fliscorno barítono en sib, un instrumento que él señaló que ni siquiera conocía antes de ingresar a la banda. “Para mí sólo existían la trompeta y el trombón”, señaló inmediatamente Darío, para luego agregar “luego fui aprendiendo la diferencia entre los distintos instrumentos.
Dos años de sacrificio fueron suficiente para que pueda egresar y busque postularse para integrar la banda de música del Regimiento de Patricios. Lo que pudo concretarlo a principios del 2019. “Siempre le digo a mi familia que una cosa es contarles o enviarles un video cuando tocamos en algún lugar con la banda. Pero otra cosa es presenciar ese momento. No lo puedo describir con palabras” dice Darío Sosa un joven correntino que luchó por sus sueños y que hoy los puede disfrutar acompañado por sus seres queridos.