Sergio Raponi, dueño de la Raponi Química SRL, fue condenado a ocho años de prisión al ser encontrado culpable de la explosión de la empresa ubicada en barrio Alta Córdoba. En concreto, fue sentenciado por el delito de “estrago doloso doblemente calificado” producto de esa voladura en 2014, que causó una muerte, dejó 70 heridos y unas 400 casas entre dañadas.
“Raponi dirigía una empresa de limpieza que acumulaba materiales inflamables y líquidos peligrosos, pagaba en negro, no cumplía con ninguna ordenanza y no cumplía con las mínimas condiciones de seguridad”, había señalado el abogado querellante Miguel Ortiz Pelegrini.
Por su parte, Carlos Nayi había considerado: “Está probado que no obró de manera negligente ni imprudente, asumió conductas temerarias, ocultó deliberadamente la existencia de material combustible e inflamable que generó un riesgo para toda la población”.
Cabe destacar que durante el juicio, seis peritos lograron confirmar que en el predio de la compañía, ubicada sobre calle Avellaneda al 2.971, había un sector no habilitado donde se almacenaban sustancias químicas incompatibles. La única víctima fatal de ese hecho, que ocurrió el 6 de noviembre de 2014 a las 20.30, fue María Angélica Cueto (65).