La goleada en Tucumán que dejó a Talleres último, caló hondo en el cuerpo técnico que encabeza Pedro Caixinha. Y lo dijo abiertamente: “Quiero ser sincero. En este partido es la primera vez que miré la tabla, desde que llegué a dirigir al equipo. Y vi que Atlético estaba último. Jugaba el penúltimo contra el último. Quería que el equipo tuviera amor propio, orgullo, teníamos que ganarle al último”.
Se termina la participación de Talleres en la Copa de la Liga Profesional, y el DT portugués ya la había calificado de mala, antes de la derrota por 3-0 contra Atlético Tucumán. “Era la última oportunidad que teníamos para ganar un partido de visitante, tenía un valor especial. Queríamos que el equipo lo jugara como una final”, apuntó visiblemente contrariado.
“No le hicimos daño al rival, al que tenemos que felicitar, porque jugó bien y nos ganó bien. Cuando te ganan 3 a 0 no hay nada para argumentar. Pero no podemos perder como perdimos. Se los dije a los jugadores en el entretiempo: no podemos perder por falta de actitud”, enfatizó.
Para no ser el peor
A Talleres le queda disputar un partido más, que será el próximo fin de semana en el Kempes ante un Sarmiento que fue apabullado por River, 7-0. La chance para no terminar últimos y como el equipo con menos puntos en el torneo doméstico.
“Si bien ya no teníamos posibilidades de clasificar, el equipo tendría que haber afrontado el partido de otra manera. Aún con la necesidad de hacer una rotación, como teníamos hoy”, expresó Caixinha, en referencia a que la mayoría de los titulares fueron preservados para el cruce con Flamengo, este miércoles a las 19 por Copa Libertadores.