La fiscalía a cargo de la investigación por la muerte de Joaquín, el adolescente de 14 años asesinado en Laboulaye, aseguró que el móvil del crimen estaba establecido. Sin embargo, la familia de la víctima aún mantiene sus dudas y piden que no se descarte ninguna hipótesis.
La localidad aún no puede entender las causas de este aberrante crimen que, en una primera instancia, habría sido perpetrado por otro adolescente de 14 años. Por eso, las movilizaciones continúan registrándose en las calles de la ciudad, con velas y pancartas que reviven el recuerdo de Joaquín.
Este jueves, se desarrolló una nueva concentración hacia el colegio de los adolescentes involucrados. El último lugar donde fueron vistos ambos. Una pancarta sobresalía entre los presentes: “Que pague el culpable”.
LAS DUDAS QUE MANTIENE EN VILO A LA FAMILIA DE JOAQUÍN
Mariel Flores, mamá de Joaquín, volvió a hablar con los medios después de conocer el presunto móvil que habría provocado que L. asesine a golpes a su mejor amigo, Joaquín. En la puerta del IPEM Malvinas Argentinas, la mujer volvió a cuestionar el accionar de las autoridades y aseguró que la familia tiene muchas dudas.
“No creo en la hipótesis que maneja la fiscalía. No digo que no pueda ser cierto, pero tenemos muchas otras hipótesis”, fustigó la madre y pidió que no se deje de lado ninguna línea de investigación.
A la par, solicitó colaboración a la comunidad laboulayense con la investigación: “Si saben algo, les pido que se acerquen al estudio de mi abogado (Raúl Frencia)”.
EL ÚLTIMO RECUERDO DE JOAQUÍN Y EL REPROCHE A LAS AUTORIDADES
Joaquín desapareció el pasado jueves 29 de junio. El adolescente debía ingresar a una clase a las 14.50 pero nunca llegó. El operativo de búsqueda duró más de 70 horas hasta que familiares hallaron el cuerpo del niño en una vivienda abandonada, a metros de su escuela.
Respecto al día de la desaparición, Mariela recordó cómo fueron los hechos: “El jueves avisé a las autoridades policiales que faltaba mi hijo. Lo hicimos a la una de la mañana, cuando largamos la alerta de la desaparición en la red social Facebook, en un grupo de Compra y Venta y en otro de la localidad”.
“Era viernes por la mañana y todos sabían de la búsqueda en curso. Sin embargo, desde la escuela no apareció nadie”, lamentó la mujer.
“Me pregunté cómo podía ser que mis hermanos de Buenos Aires estuvieran en mi casa con sus hijos para armar cuadrillas al otro día de la desaparición y del municipio no se acercó nadie”, dijo. En este sentido, apuntó que no se activaron protocolos y reclamó a la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) y Defensa Civil del municipio.
Finalmente, la mujer agregó: “Estoy con dolor. Le prometí a mi hijo que mi cerebro y mi voz van a quedar intactos. Cuando haga justicia me voy a tirar en una cama a llorar y a zapatear por lo que pasó. Mientras tanto, tenemos muchas hipótesis y no hay que descartar ninguna”.