Este domingo 26 de octubre 3.127.707 personas están habilitadas para votar en las 9.262 mesas distribuídas en la provincia. Lo harán con la debutante Boleta Única de Papel que en el caso del distrito Córdoba tiene 18 casilleros.
Se trata de una elección clave para dos proyectos políticos y su pulseada: la consolidación del modelo libertario de Javier Milei y la construcción de un espacio de centro a través de Provincias Unidas, con Juan Schiaretti al fente de un peronismo dividido por la díscola Natalia de la Sota.

LA PARTICIPACIÓN EN CÓRDOBA
La tradición de los cordobeses es participar activamente de las elecciones, aunque en las legislativas el porcentaje desciende, una tendencia que se profundizó en los últimos años: en 2011 votó el 74,6%; en 2013, el 79,6%; en 2017, 72,7%; y en 2021 asistió sólo el 68%.
Una de las claves de este domingo será, justamente, qué porcentaje del padrón asiste a votar en unos comicios atravesados por un Gobierno nacional en crisis por su falta de resultados en la microeconomía, pero con una narrativa a la que apuesta su suerte: “que el esfuerzo valga la pena”.

En la última década, el peronismo provincial no ganó ninguna elección nacional. Ni siquiera estuvo cerca. En 2015, el extinto Cambiemos logró 49,9% de los votos; la desaparecida Unión por Córdoba llegó a los 21,1 puntos; y el kirchnerismo, 18,1%. En 2017, con Martín Llaryora como primer candidato a diputado, el peronismo tuvo su mejor resultado en una elección de medio término: 30,5 puntos, 18 puntos abajo de la cosecha que lograron el macrismo y sus aliados radicales y juecistas.

De cualquier modo el radicalismo es el gran perdedor: en diciembre dejará sin ocupantes tres escaños, y este domingo Ramón Mestre pelea en desventaja para lograr uno, con una parte del partido cerrándo los comités y otra en Provincias Unidas, el acuerdo entre gobernadores radicales y Llaryora.

Los actuales diputados nacionales Oscar Agost Carreño y Héctor Baldassi también participan de la elección. Aunque tienen realidades distintas, el denominador común es la implosión del PRO. Agost Carreño va a la compulsa con la lista amarilla y el exárbitro lo hace con un nuevo sello electoral, Ciudadanos, cercano al Gobierno provincial.
BASTIÓN DE LA LIBERTAD AVANZA
El predominio amarillo en Córdoba desapareció en sólo dos años: en 2023, La Libertad Avanza, con Javier Milei como locomotora en la boleta, se impuso con 33 puntos; Hacemos por Nuestro País, que llevaba como candidato a presidente a Juan Schiaretti, arañó los 30 puntos; y, al borde de la extinción, Juntos por el Cambio llegó a 22,4%. El kirchnerismo sostuvo sus votos y logró 12,6%.

En esa elección, el peronismo cordobés se impuso en los departamentos del oeste y el norte provincial, pero LLA estuvo cerca de los 40 puntos en particular en los departamentos del sur: en Juárez Celman los libertarios llegaron al 38,9% y en General Roca cosecharon 37,4%. En la Capital, el 31,7% de los vecinos votó a los libertarios, contra 30,6% que lo hizo por el peronismo cordobés.
La disolución de Juntos por el Cambio liberó una vía para la construcción de una nueva fuerza política: Provincias Unidas. El exgobernador Schiaretti asumió la primera candidatura en Córdoba de ese espacio y logró que el Gobierno provincial fuese competitivo en una elección nacional.

La última vez que el peronismo cordobés celebró fue en 2013, cuando Schiaretti logró el 26,6% de los votos y se impuso por cuatro puntos a la Unión Cívica Radical.
Y ahora no llega con todo el peronismo detrás: Natalia de la Sota abrió una brecha que se nutrió de dirigentes del kirchnerismo y del massismo. El domingo a la noche se sabrá cuántos votantes K terminaron finalmente en la canasta De la Sota, lo que podría reconfigurar al electorado kirchnerista.
Por otra parte, es posible que De la Sota también le quite votos a La Libertad Avanza en los barrios más humildes de la ciudad. En 2023, Milei se impuso en la primera vuelta en las escuelas de Yofre, Ciudad de Mis Sueños e Ituzaingó, por mencionar sólo tres sectores de fuerte raigambre peronista.
A LA HORA DE VOTAR
En las encuestas, la figura de Schiaretti es la más conocida de la boleta única de papel. También es el dirigente con mejor imagen. Sin embargo, la “marca” La Libertad Avanza achicaba cualquier eventual ventaja indescontable a favor del exgobernador.
Es otro factor a tener en cuenta: saber si la campaña sirvió para que derrame sobre el ignoto Gonzalo Roca los atributos de Javier Milei. En este punto está la resolución de la elección de este domingo.
Además del desconocimiento, Roca también enfrentó otros retos en la campaña: surfeó los escándalos nacionales que sacudieron a La Libertad Avanza y recibió críticas de Agustín Spaccesi, el reconocido libertario que estará en un lugar privilegiado en la BUP, primero a la izquierda. El estreno de este modelo de boleta única esconde la última clave de la elección que reconfigurará el país que viene.































