Una multitud se congregó este sábado desde Colón y Cañada en el centro de Córdoba para marchar en el Día Internacional de la Mujer, para ratificar el compromiso con la lucha del movimiento feminista y reiterar la importancia de instalar agendas que se sustenten en políticas de igualdad de género y el rechazo a la violencia contra las mujeres y disidencias.
La movilización en Córdoba se dio en medio del desarrollo de dos juicios por causas de violencia de género: la desaparición de Yamila Cuello y el crimen de Catalina Gutiérrez. Familiares, amigos, cercanos y la comunidad en general marchó con carteles que llevaban su nombre y su recuerdo en alto. Se sumó esta semana el segundo femicidio de 2025, con una mujer asesinada en la localidad de Vicuña Mackena.
Soledad Cuello, hermana de Yamila, tomó la palabra en el escenario montado sobre la avenida Yrigoyen. “Este juicio se dio porque salimos a la calle. Es un precedente para Córdoba y para el movimiento feminista. Nunca más una piba desaparecida ni acá ni en ningún lado”, manifestó.
Luego, la madre y la hermana de Catalina Gutiérrez se acomodaron frente al micrófono con una bandera que llevaba las fotos de la joven estudiante asesinada por Néstor Soto en julio de 2024. “Quiero agradecerles a todos los que nos brindaron apoyo. Yo no elegí estar acá, nos obligaron. Nosotros éramos una familia de cuatro y nos obligaron a ser de tres. Yo recibí en casa a un amigo de mi hija y le abrí las puertas como cualquier mamá y papá y me llevé esta sorpresa tan desagradable”, relató la madre.
TESTIMONIOS DEL DOLOR
Julieta, una amiga de Catalina Gutiérrez mientras marchaba con un cartel que llevaba su nombre, le dijo a La Voz: “Hoy nos falta la Cata. Fui compañera de ella del cole y la extraño un montón. Siento que es muy importante marchar para defender las políticas que hagan que los derechos no sean vulnerados”.


Natalia, otra de las presentes, expresó: “Estamos para seguir defendiendo los derechos. Vemos que la crisis social golpea a las mujeres con esta gestión nacional. Vamos a seguir resistiendo. El movimiento feminista sigue vivo con ganas de seguir marchando, ratificando lo que ya conquistamos hasta ahora”.