El ascenso de Franco Colapinto a la Fórmula 1 generó un enorme impacto en el panorama deportivo argentino. Este fenómeno impulsó a dos cordobeses, Gregorio Mandrini y Nicolás Bianco, a tomar una decisión trascendental: dejar sus puestos en Racing Bulls, la antigua escudería Alpha Tauri, para concretar el sueño de crear su propia escudería.
Ambos ingenieros, quienes se conocieron trabajando en Italia a pesar de vivir a solo 20 kilómetros de distancia en Argentina (Mandrini es de Leones y Bianco de Marcos Juárez), ahora dirigen Alpha 54 Racing, un equipo completamente argentino con base en Faenza, en Italia. La sede del nuevo proyecto se encuentra estratégicamente en el Motor Valley italiano, región conocida por su concentración de talleres y pistas de carrera.
Dos cordobeses dejan la F1 para crear su propio equipo
La iniciativa de los cordobeses se gestó durante dos años de conversaciones y cobró una fuerza significativa cuando Colapinto alcanzó la máxima categoría. Según Mandrini, el éxito del joven piloto hizo que muchos chicos locales que antes no contemplaban Europa como destino, ahora consideren viajar allí para competir. Los directores del equipo identificaron que algunos de estos talentos se unían a campeonatos que no ofrecían la trayectoria más efectiva hacia la Fórmula 1. Por ello, su escudería surgió con el propósito de servir como un nexo para los argentinos durante sus primeros pasos fuera del país, garantizando que sigan el camino correcto hacia las categorías superiores.

La Fórmula 4 constituye la primera división de monoplazas en el sendero hacia la F1, siendo la instancia donde los conductores empiezan a acumular los puntos necesarios para obtener la Superlicencia, requisito fundamental para correr en la elite. Mediante un gran esfuerzo económico personal y el apoyo de un patrocinador, Mandrini y Bianco consiguieron los recursos para adquirir dos chasis Tatuus de F4. Los vehículos están en fase de fabricación y su entrega está prevista para fines de diciembre.
El plan inicial de la estructura incluye la confirmación de al menos un piloto: Lautaro Campioni, quien participa en el TC 2000 y la Fórmula Nacional en Argentina, realizará pruebas en España durante febrero. Además, se está considerando la compra de un tercer coche para un proyecto más ambicioso, garantizando la participación de dos o tres jóvenes pilotos argentinos.
El desafío de renunciar a la F1 y apostar al talento argentino
La decisión de dejar un puesto estable en la Fórmula 1, considerada la cumbre para cualquier profesional del automovilismo, implicó un desafío personal significativo. Mandrini reconoció que el cronograma de la F1 resulta extremadamente demandante, con 24 fechas y viajes por 21 países en cuatro continentes que anulan la vida privada. Al encarar este emprendimiento, manifestó su preferencia por esforzarse en una causa propia antes que seguir trabajando para terceros. La estructura de Red Bull, matriz de Racing Bulls, entendió la ambición de los cordobeses: cuando se acercaron para negociar su permanencia, el jefe de mecánicos les comentó que tener un equipo propio es el anhelo de todos quienes trabajan en el sector, por lo cual decidieron no intentar retenerlos.

La denominación de la nueva escudería, Alpha 54 Racing, contiene varios significados. El término Alpha alude al equipo Alpha Tauri, donde Mandrini y Bianco forjaron su vínculo profesional. El número 54 representa tanto el prefijo telefónico de Argentina como un homenaje personal al padre de Gregorio, Gustavo, quien utilizó ese dorsal cuando compitió en la Fórmula 2 Nacional y la Fórmula Renault. El objetivo de este conjunto no se limita a los conductores; también se prevé la integración de mecánicos argentinos y se desarrollará un plan para capacitar ingenieros locales, con miras a que se sumen a futuro a la competición. Además de la competencia italiana, el equipo participará en el Campeonato E4 europeo de la especialidad.

La Fórmula 4 no posee límites de pruebas como las categorías superiores F2 y F3, que están reguladas por la FIA. Esto significa que un piloto puede participar en la pretemporada con el Winter Series, en el campeonato italiano, en el europeo, y realizar días de pruebas sin restricciones, dependiendo de su presupuesto. El costo base anual de una temporada en la F4 de España o Italia ronda los 450.000 euros, sin incluir las pruebas o carreras adicionales. Esta iniciativa se compara con el esfuerzo que realizó el Automóvil Club Argentino (ACA) en 1970 para llevar a Carlos Alberto Reutemann a la Fórmula 2 Europea, impulsándolo finalmente a la F1. Mandrini aseguró que la misión es la misma: apoyar a los argentinos en el viejo continente.


































