El primer Día de la Madre sin el Cuti fue cuando Cristian Romero dejó Belgrano para irse a Italia. Rosa, su mamá, debió conformarse con una llamada. “Siempre me dice hola vieja querida, así me saluda”. Este domingo volverá a extrañar a su hijo, ahora en Inglaterra, pero con la satisfacción de que es uno de los mejores marcadores centrales del mundo.
“Conozco todas las canchas de Córdoba porque acompañaba a Cuti siempre de niño. Y hoy ver que muchos lo elogian y que digan que es el mejor central del mundo me llena de orgullo por el esfuerzo que hizo”, se emociona Rosa en una entrevista con Tercer Tiempo, por Radio Sucesos.
“El Cuti es un ser muy dulce, con un corazón gigante. Como hijo está en todo. Afuera es muy tímido, distinto a lo que se ve en la cancha, donde es un poco rudo...”, describe al defensor de la Selección Argentina y del Tottenham.
De vacaciones en Córdoba, fue homenajedo por Belgrano en el Gigante de Alberdi con una ovación del estadio, otro motivo de felicidad para Rosa y su esposo Quito, por la identificación del Cuti con el Celeste.
“El sueño de toda su vida es triunfar en Belgrano, que hoy sigue siendo su amor... Es una cuota pendiente y seguro lo va a hacer”, aseguró. Una expectativa que todo Pirata mantiene en alto, por uno de los hijos pródigos del club.
EL REGALO DEL DÍA DE LA MADRE MÁS RECORDADO... Y MESSI
“Cuando ganó su primer sueldo, en Italia, se acercaba la fecha de mi cumpleaños, y me pidió que fuera a ver algunas propiedades. Me gustó un duplex muy lindo en la zona sur, creí que era para él. Pero me lo regaló a mí”, rememoró Rosa.
Muy apegada a su hijo, mantiene perfil bajo con las familias de los demás integrantes de la Selección campeona del mundo. Pero párrafo parte para Lionel Messi. “De muy chico el Cuti tenía de idolo a Messi. Y jugar con él es soñado. Nos hace muy felices verlos como parte de este grupo maravilloso que es la Scalonetta”, enfatizó.