Una de las comidas que más caracterizan a la gastronomía argentina son las empanadas y una empresa de Córdoba supo aprovechar esto con modelo de negocio disruptivo. Desde un pequeño local de 40 metros cuadrados, logró escalar y tener más de 80 franquicias a nivel nacional, con expectativas por llegar al exterior.
Se trata de Lo de Jacinto, un referente en el sector que es protagonista de la nueva edición de Made in Córdoba. Distinguido por sus sabores y su alcance, se impone como la fábrica más grande de empanadas a nivel global, según sus propietarios.
Lo de Jacinto: cómo surgió el imperio de empanadas
Sergio Delseri, el fundador de Lo de Jacinto, forjó su camino en el negocio tras 21 años ligados a la industria del entretenimiento. En el 2000, decidió dar un giro radical a su carrera y aventurarse en la elaboración de empanadas. Pesar a no encontrar socios que creyeran en su visión, inició en solitario. Vendió su auto para invertir en un local de 40 metros cuadrados y contrató a dos empleados. El éxito no tardó en llegar, ya que los clientes hacían filas para comprar. Fue en ese momento que entendió que tenía que expandirse.
El primer local lo inauguró en Villa Carlos Paz en 2012, seguido por una sucursal en Nueva Córdoba, lo que impulsó la demanda desde diversos barrios de la Capital. Este crecimiento llevó a la apertura de otros puntos en zonas turísticas, haciendo que clientes de todo el país desearan abrir franquicias.
De un pequeño local a más de 80 franquicias en Argentina
En la actualidad, Lo de Jacinto se encuentra presente en 14 provincias argentinas y con una próxima apertura en Puerto Madryn. La empresa cuenta con más de 80 locales operativos en todo el territorio nacional, y algo que distingue su sistema es que no cobran un canon inicial.
La empresa acompaña al interesado en el armado del local y facilita una lista de proveedores, pero el franquiciado se interesa en la construcción del inmueble. El modelo de negocio se centra en la venta de los productos ya elaborados en la fábrica, que llegan congelados a las franquicias y son los inversiones los encargados de hornearlas.
En cuanto a los sabores, introdujo una amplia variedad, comenzando con 30 opciones y hoy, superando los 45, incorporando creaciones inspiradas en diversas cocinas y tradiciones, como el pastel de papa y el pollo al disco. Además de empanadas, elaboran 14 variedades de postres, tartas y pastas.
La herencia familiar es un pilar fundamental, más allá de los rellenos. El nombre de la marca es un homenaje al padre de Sergio, a quién lo apodaba Jacinto. En el presente, su hijo mayor, Tiziano, acompaña el crecimiento de la compañía con tan solo 23 años y enfocado en el desarrollo comercial.
Como parte de este plan de desarrollo, inauguraron una fábrica libre de gluten que replica los sabores tradicionales de Lo de Jacinto y ya posee dos locales exclusivos en ciudad de Córdoba. Asimismo, a nivel internacional, la empresa está avanzando en un proyecto para establecer una planta en Estados Unidos.
La fábrica de empanadas de Lo de Jacinto: cómo funciona
A lo largo de sus 14 años de existencia, Lo de Jacinto experimentó un notable crecimiento en infraestructura. Tras operar en instalaciones de 200 y 800 metros cuadrados, hoy cuentan con una planta de 1.100 metros cuadrados en la zona norte de la ciudad.
La producción diaria supera las 60.000 empanadas y trabajan en un único turno de lunes a viernes. El lugar tiene un laboratorio propio. “Somos la fábrica de empanadas más grande del mundo”, aseguró Delseri.