En Rosario, Newell’s estaba apabullando a Belgrano en un primer tiempo desparejo. Se jugaba por la fecha 13 de la Liga Profesional, en el Coloso Marcelo Bielsa del Parque de la Independencia. El local estaba haciendo todo para abrir el marcador pero no tenía puntería o se chocaba contra la buena actuación del arquero Espínola.
Lo del Pirata era muy pobre y sólo se ilusionaba cuando, en algún avance de los tanto que tuvo su rival, podía hilvanar alguna contra. El equipo dirigido por Sebastián Méndez, retrocedía mal y los de Real pudieron abrir el marcador un par de veces en los pies de Facundo Lencioni.
La más clara fue a los 35, a la salida de un córner para la Lepra fue Ramiro Hernándes el que encabezó la contra y quedaron, junto a Lencioni, solos frente al arquero Lucas Hoyos. Así, Hernándes habilitó a su compañero que fue cerrado por Fernández Cedrés que se jugó la vida salvando la caída de su valla.
El volante cordobés, luego de esa jugada, tuvo que ser reemplazado. En su lugar entró Juan Manuel Velázquez y quedó el lamento de lo que fue la jugada más clara generada por Belgrano en un partido en donde estaba siendo superado ampliamente por su rival: