El estado de guerra decretado en Israel transita su cuarto día y los ataques armados y violentos por parte de Hamas no cesan. En este marco, dos ciudadanos de Córdoba dieron su crudo relato desde el lugar de los hechos.
ATAQUE A ISRAEL: EL RELATO DE UN CORDOBÉS EN TEL AVIV
Jaime Garbansky es un empresario cordobés que se encuentra en la ciudad de Tel Aviv, y recordó el inicio de las horas más oscuras. “El domingo nos despertamos a las 6 cuando tiraban misiles y sonaron las alarmas”, dijo en diálogo con Cadena 3.
Luego, estimó que se lanzaron alrededor de “3 mil misiles en dos horas y nadie entendía lo que estaba pasando”. En este sentido, explicó que no había una hipótesis o idea sobre un posible conflicto o irrupción del grupo terrorista.
Garbansky pensaba que se trataba de una agresión, pero con el correr de las horas se dio cuenta que “hubo un ataque sorpresa con inteligencia por parte de Hamas”, según sus palabras. “Esto no es una guerra, es un choque cultural”, increpó.
Además, Jaime fundamentó su postura porque los agresores “han ejecutado a civiles y propiciaron una masacre. En este marco, estimó que “llegaremos a casi 2.000 muertos”. Por otro lado, contó que actualmente “hay 360 mil soldados, gente con estudios que han sido movilizados para ingresar a Gaza y pelear con bárbaros”.
“Esto ha sido una real carnicería y cacería de jóvenes, niños y matrimonios. Secuestraron gente y se la llevaron. Muchos de los que están prisioneros hubieran preferido estar muertos”, concluyó consternado el empresario.
ATAQUE A ISRAEL: CORDOBESA HABLÓ CERCA DE LA FRANJA DE GAZA
Romina Cohen es una cordobesa que vive en el kibutz Erz, cerca de la frontera israelí con Gaza y rememoró el inicio del conflicto. En ese momento, estaba acompañada con su esposo y sus tres hijos de 7, 12 y 14 años.
“Pasamos el peor día de mi vida. Nunca me imaginé que íbamos a tener que estar encerrados en el refugio de la casa, con la luz apagada y en silencio. Escuchábamos afuera que habían entrado terroristas y veíamos videos en que abrían las casas, sacaban a niños y a padres y los llevaban a Gaza, o los mataban, o los quemaban vivos en las casas, al lado de nuestro kibutz”, indicó entre lágrimas en diálogo con La Voz.
Además, reveló: “Sentí que no íbamos a salir de eso y que en cualquier momento entraba un terrorista y nos mataba a todos”. Pasaban las horas y el ejército israelí no llegaba a la ubicación de Romina y su familia.
Ante este escenario, dieron un salto al vacío. “Sabíamos que había terroristas afuera, aunque nuestro kibutz estaba más silencioso. Hicimos las mochilas, subimos al auto y rezamos para no encontrarnos con ningún terrorista en el camino. Salimos hacia lo de mi hermana, en el centro del país. Así nos salvamos”, cerró la mujer que hoy puede brindar su testimonio desde el centro del conflicto que preocupa al Mundo.