Este jueves, una colación en la Universidad Blas Pascal (UBP) en Córdoba se transformó en un operativo de seguridad tras una amenaza de atentado contra la institución. Minutos antes de iniciar la ceremonia, repleta de alumnos, familias y docentes, una autoridad de la universidad recibió un correo electrónico con la advertencia de sobre un inminente ataque.
El mensaje prometía una “masacre” transmitida en vivo e incluía menciones a explosivos y armas de fuego. Tras la advertencia, la Policía junto a la División de Explosivos evacuó el lugar y realizó un rastrillaje exhaustivo. Lo que en principio pareció un hecho aislado encendió alarmas cuando se verificó que el correo tenía un patrón idéntico a otros enviados a la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) y a la Universidad Católica Argentina (UCA). En todos los casos, aparecía la misma referencia: el número 764.
Qué significa el mensaje “satánico” que recibió la Blas Pascal
El mensaje recibido en la UBP venía firmado por “moesen764”. El texto describía un ataque coordinado, supuestamente llevado a cabo por dos exalumnos que actuarían “en directo” para sus “aliados de la red 764”. Esta presunta comunidad los habría impulsado a “vengarse de la sociedad”.
La identidad del remitente varió ligeramente en las otras instituciones: las misivas dirigidas a la UNTREF y a la UCA llegaban desde “asmodeus764”. Es relevante destacar que Asmodeus es un nombre ligado a una figura demoníaca dentro de las religiones abrahámicas. La metodología de las comunicaciones se replicó: textos extensos, muy violentos, que contenían glorificación del suicidio, referencias a asesinos de masacres escolares y siempre con el mismo código numérico como marca.
Este número 764, que otorga a las amenazas una connotación de culto, posee un significado más oscuro en el ámbito internacional. Informes recientes elaborados por el FBI definen a “764” como una red de depredadores cibernéticos. Esta organización está compuesta por extremistas que reclutan adolescentes mediante plataformas digitales como Discord, Roblox y Telegram con el objetivo de convencer a sus miembros de intensificar conductas sexuales o violentas, crear material de abuso infantil, autolesionarse o, incluso, quitarse la vida.
Ante la grave situación, la Blas Pascal implementó medidas inmediatas en Córdoba. La institución suspendió los cuatro actos de colación que estaban programados para ese jueves y el viernes siguientes. Se procedió a entregar los diplomas de manera excepcional a aquellas personas que habían viajado desde el interior. Además, todos los exámenes presenciales previstos para ambas jornadas fueron dejados sin efecto. La investigación judicial avanza y se evalúa la unificación del caso cordobés con las causas iniciadas en Buenos Aires.
