Un gran despliegue de seguridad que modificó el tránsito y restringió incluso la circulación peatonal, un helicóptero de la Policía volando entre los edificios de Nueva Córdoba y el Centro marcaron el comienzo de un miércoles atípico e histórico para Córdoba.
Así se vivió en las calles la apertura del Congreso Internacional de la Lengua Española, que tuvo su acto solemne en el Teatro del Libertador, refaccionado para la ocasión.
Esta es la segunda vez que el Congreso se realiza en la Argentina, un privilegio que Córdoba comparte con Rosario, la primera sede de este encuentro en nuestro territorio.
Más o menos protocolares, los encargados de los principales discursos fueron el gobernador Juan Schiaretti, que destacó al Congreso "como una verdadera fiesta de la palabra", djo a la vez que invitó a poner "énfasis en conocer la riqueza de nuestra lengua", expresó.
Para el cierre quedaron los discursos del Rey de España, Felipe VI y el presidente de la República, Mauricio Macri.
"La lengua es tan propia de América como de España, cobró mayor expansión con las repúblicas americanas. No sólo una expansión numérica sino con la calidad literaria de las obras", destacó el Monarca español, que tuvo una pifia al hablar de Borges.
En el cierre del acto formal, Macri rescató el valor de la lengua "como un activo", dijo al destacar la posibilidad de intercambios y comunicaciones que la lengua castellana da a los países de América Latina.
Luego, fue momento de los escritores con las intervenciones de Santiago Kovadloff, Carme Riera y Mario Vargas Llosa, que se convirtió en el orador más notable de la jornada, con un discurso que puso el acento en el orgullo latinoamericanista.