La marca de venta directa Tsu Cosméticos, propiedad de Armando Pérez, ex presidente de la Asociación del Fútbol Argentino ( AFA) y de Belgrano, atraviesa una dura crisis y está en concurso preventivo.
Comenzó un complejo proceso de ajuste con despidos, adeuda los sueldos de hace tres meses y cerró su planta de Villa Lynch, donde hay 150 trabajadores.
La empresa está bajo la conducción de su hijo, Sergio Pérez, y su razón social es Dybelcorp, indica el portal Pharmabiz.
En su planta del partido de San Martín, elaboraban semisólidos y perfumes los que ahora son tercerizados.
Según su propio sitio, trabajan 1.000 empleados en el grupo que vende, por catálogo, productos de belleza, maquillaje, fragancias, artículos para el hogar, ropa y accesorios.
A mediados de noviembre del año pasado, despidieron a treinta trabajadores.
Los telegramas de despidos señalaban que "resulta de público conocimiento que los últimos años la empresa vio afectada severamente su solvencia financiera, lo cual posteriormente derivó en la apertura de un proceso concursal".
La situación era compleja y los primeros días de febrero, los operarios hicieron una protesta para reclamar que les adeudaban sueldos, el aguinaldo y el bono de fin de año.
Como respuesta, la empresa ofreció pagar el salario adeudado del mes anterior en tres cuotas, pero luego, aclaró que no tenía como hacer frente a esa deuda.
Comenzaron a tercerizar líneas completas de producción, y se generó una gran preocupación en el personal que en su mayoría son mujeres sostén de familias.
La empresa les dijo a los trabajadores que la baja de las ventas podría agravar la situación.
BAE Negocios intentó contactar a Armando Pérez, ex presidente de Belgrano. Sin embargo, los mensajes no fueron respondidos.
Tsu no es la única marca de cosméticos que fabrica en el país, si bien muchas importan y otras tercerizan, importantes compañías como Avon y Gigot, mantienen sus plantas, según explicó Alberto Villamil, responsable de la Cámara Argentina de Venta Directa (CAVEDI).
Tsu Cosméticos hace bastante tiempo que ya no integra la cámara.
Sobre la actualidad del sector, Villamil explicó a BAE Negocios que "no tenemos datos del 2018, creemos que si bien tuvimos una baja por la fuerte devaluación, no fue tan terrible. La venta directa tiene la particularidad de tener variaciones más suaves, no tan volátiles como otros canales. En épocas de crisis, los revendedores empujan mucho más el negocio".
Si bien reconoció que hay varias empresas en situación complicada, todavía, no hubo grandes caídas.