Cuando el partido en el Kempes todavía estaba en cero, una mano grande como el estadio fue ignorada por el árbitro Darío Herrera.
Atacaba Talleres, el Morro Santiago García defendía para Godoy Cruz y a los 24 del complemento "atajó" un centro desde la derecha. Penalazo ante el reclamo generalizado. Pero el árbitro no lo vio.