No había pasado casi nada en cancha de Gimnasia, cuando Santiago Silva lo encaró a Miguel Araujo en el área de Talleres y el peruano lo agarró de la camiseta, a los 11 de la primera etapa.
El árbitro Silvio Trucco consideró que no hubo sujeción, con todo el estadio pidiendo penal.
Quince minutos después, el zaguero peruano fue amonestado por una violenta falta. Era para anaranjada...