Desde bien temprano, Alberdi se vistió de celeste. Volvía Belgrano y había que estar. Y los hinchas lo entendieron.
En la primera fecha de la Superliga, el Celeste se enfrentaba a San Martín de San Juan, un rival que luchará por la permanencia. Desde antes del comienzo del juego, el partido se jugó en las tribunas. "Que esta noche, tenemos que ganar", era lo más cantado y los jugadores salieron enchufados.
Las veloces corridas de Suárez y Sequeira encendían los corazones. Los tiros libres de Alanis y Brunetta que sacó Ardente ilusionaron. También hubo algo de preocupación cuando el que generaba peligro era el equipo visitante.
Las manos salían de los bolsillos de las camperas para aplpaudir la buena intención cada vez que el equipo de Lucas Bernardi intentaba llegar tocando.
Las gargantas quedaron secas y con sed de gol en el primer tiempo. Esperando que el complemento traiga la descarga de alegría que vinieron a buscar los casi 28 mil fanas del Pirata al Gigante de Alberdi.
En el complemento, la intensidad del Belgrano de adentro de la cancha bajó un poco en el inicio. Lo que se mantuvo en aliento y apoyo, fue la gente desde afuera.
Pero empezaron a correr los minutos y el marcador seguía en cero. Los rumores de fastidio y las protestas se empezaron a adueñar de la noche de Alberdi.
Al final el grito que pudo ser se fustró por el gol anulado a Matías Suárez y por el tiro en el palo de Balboa, en un mano a mano único ante el arquero Ardente. Y se quedaron con las ganas de festejar en el regreso a la competencia.
La despedida fue con aplausos de parte de los hinchas para el plantel que ensayó un saludo conjunto. El fastidio por no haber podido ganar fue colectivo. Así las cosas, Alberdi se quedó sin fiesta completa en un partido que era importante. No sólo por el debut sino porque el rival es uno de los que peleará por la permanencia junto a Belgrano en esta Superliga 2017-18.