Es una receta patria que trascendió al 25 de mayo y 9 de julio. Preparar unos ricos pastelitos caseros es una buena decisión siempre, en cualquier época del año. ¡Manos a la obra, o mejor dicho, en la masa!
Ingredientes:
Para preparar la masa:
600 gramos de harina, 250 gramos de manteca, 1 tacita de agua, 1 cucharadita de sal fina.
Relleno:
Dulce de membrillo y agua caliente.
Para el almíbar:
600 gramos de azúcar refinada y 1 barrita de vainilla.
Además se necesita aceite para freír.
Preparación:
Poner la harina en la mesa en forma de corona; en el medio, 180 gramos de manteca, el agua, la sal y formar una masa que no sea ni muy blanda ni muy consistente. Se alisa y se deja descansar un momento.
Se estira luego, dejándola del espesor de un dedo; se unta con 35 gramos de manteca blanda, se espolvorea con harina y se dobla por la mitad.
Untarla nuevamente con manteca, espolvorear con harina y doblarla en cuatro.
Estirarla con el palote, cortar tiras de seis centímetros de ancho y bien finitas.
Cortar formando cuadrados, se les pone un poquito de dulce de membrillo deshecho (deshacerlo sobre el fuego con un poquito de agua), se humedecen los bordes con agua, se tapa con otro cuadrado y se forman los pasteles.
Se fríen en aceite tibio al principio y bien caliente después, bañándolos con frecuencia con una cuchara.
Para preparar el almíbar: poner en una cacerola el azúcar, cubrirla con agua, agregarle la vainilla y dejar hervir unos minutos; pasar los pastelitos por este almíbar y dejarlos dar un hervor.