Los principales referentes de cada sector del peronismo continuaron sin alteraciones su agenda de trabajo al enterarse de la intervención judicial del Partido Justicialista (PJ) nacional, y a varios días de la resolución de la jueza federal María Servini siguen las acusaciones cruzadas y crece el malestar.
La reunión en Casa de Gobierno entre el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el diputado nacional del Frente para la Victoria (FpV), Fernando Espinoza, mientras Luis Barrionuevo, el interventor designado por Servini, ingresaba a la sede partidaria en Matheu 130 es la situación elegida por los gobernadores peronistas y los legisladores nacionales del interbloque Argentina Federal para cuestionar el accionar de los peronistas kirchneristas.
Ante las chicanas, desde el círculo íntimo de Espinoza salieron al cruce y señalaron que la reunión con Peña "estaba programada desde hacía diez días para hablar de las necesidades del conurbano". Y además confirmaron que el presidente Mauricio Macri ingresó al despacho durante el encuentro por unos minutos, momento que el ex intendente de La Matanza aprovechó para reclamar "una deuda de la Nación al distrito y por las obras paradas", según consignaron.
Desde el sector peronista más opositor al Gobierno acusaron de "tibios" y "blanditos" a los mandatarios provinciales justicialistas, entre ellos, Juan Schiaretti (Córdoba) y Juan Manzur (Tucumán), que durante la jornada en que fue intervenido el PJ participaron de un almuerzo de honor al presidente español Rajoy junto a Macri en el Museo del Bicentenario, pero no mencionaron el tema.
También cuestionaron al gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, que adoptó la misma postura de eludir pronunciarse sobre la intervención mientras el propio presidente destituido del PJ nacional, Jose Luis Gioja, acusaba al Gobierno por la decisión de la jueza.
Otro de los referentes del peronismo no kirchnerista, el jefe de bloque de senadores justicialistas Miguel Pichetto -quien organizó el encuentro de Gualeguaychú la semana pasada- prefirió el silencio y participó de un evento de la revista Semanario Parlamentario en el Senado, donde recibió un premio por su labor legislativa, al igual que lo hizo la esposa del flamante interventor, Graciela Camaño.
En la escalada de acusaciones cruzadas, no faltan aquellos que ponen énfasis en el silencio de dirigentes peronistas de mayor renombre como la senadora y ex presidenta Cristina Kirchner, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y el ex ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo.