La adecuación de la Ley de Bosques provincial a la nacional es resistida por el Movimiento Campesino porque introduce cambios que, entiende la organización, son un retroceso.
Entre otros puntos, el Movimiento advierte por la pérdida de zonas protegidas, la permisividad con el desmonte por químicos y el rolado, cuestiones que estaban limitadas o prohibidas por la anterior legislación.
Las entidades agrarias dicen que la nueva ley debe tener un inventario real de bosque nativo y cuestionan que en la antigua ley se había sobreestimado el monte no productivo.