La empresa Sancor cedió este viernes del paquete accionario que tenía en Afisa a la firma danesa Arla Foods, por 33 millones de dólares, con lo que se dio un nuevo paso en el proceso de venta de la cooperativa láctea a la firma neozelandesa Fonterra.
En una asamblea realizada este viernes en Santa Fe, los socios de Sancor aprobaron la venta del 50 por ciento de las acciones de Afisa que tenía en su poder la cooperativa desde la creación de la sociedad hace más de 16 años con la danesa Arla Foods, dedicada a producción y comercialización de proteínas de suero de queso, en su mayoría con destino de exportación.
Fuentes de la cooperativa y funcionarios santafesinos que siguen de cerca la negociación por la que Sancor busca llegar a un acuerdo con la neozelandesa Fonterra, dijeron que esta venta forma parte de ese proceso y que la operación final podría concretarse en la primera semana de febrero próximo.
Las negociaciones apuntan a que esa venta se dé mediante la creación de una tercera sociedad, en la cual Sancor tendría una participación minoritaria, de entre el 20 y el 30 por ciento, y la parte restante -de entre 70 u 80 por ciento- quedaría a cargo de Fonterra.
"Tenemos varias cosas que definir, pero apuntamos a poder dar por finalizada la negociación con Fonterra los primeros días del mes que viene", dijeron las fuentes.
Los ejecutivos de Sancor buscan que estos 33 millones de dólares se utilicen para llegar a un acuerdo con los acreedores, hacer frente a los gastos operativos y continuar con el plan de retiros voluntarios que lleva a cabo la cooperativa desde hace más de dos años.
Justamente, cuando arrancó la crisis de la cooperativa láctea a principios de 2016, contaba con 5.100 empleados y ahora tiene alrededor tiene 3.300.
El objetivo es llegar al acuerdo con Fonterra con 3.000 trabajadores como parte de su plantilla.
Ese número incluye las cuatro plantas de las que Sancor busca desprenderse antes del acuerdo final con Fonterra, que están ubicadas en las localidades de Centeno, en Santa Fe; Coronel Moldes y Brinkmann, en Córdoba; y Charlone, en la provincia de Buenos Aires.
Según señalaron, la planta de Centeno esta a punto de pasar a manos de la empresa La Tarantela; y la de Moldes a la Cooperativa de Huanchilla.
En el caso del Moldes, hay negociaciones con la firma láctea San Gotardo, mientras que por la de Brinkmann habría interés de parte de un grupo inversor del que no trascendió el nombre.
La idea de Sancor es desprenderse de estas cuatro plantas en las próximas semanas y liberar entre 180 y 200 empleados de su plantilla.
Por otra parte, a Sancor le queda el 20 por ciento de la sociedad que formó con Mead Johnson con sus fórmulas infantiles y 10 por ciento de otra firma que creó el año pasado con Vicentín, que produce y comercializa su línea de productos frescos.
Con la creación de esa sociedad, con la que Sancor se desprendió de parte de sus productos más rentables el año pasado, la cooperativa obtuvo un ingreso de 100 millones de dólares.
Hoy por hoy existen negociaciones entre Fonterra y Vicentín por esa sociedad, aunque no trascendió el estado ni el monto en juego.
Durante 2017, Sancor obtuvo financiamiento del Gobierno nacional a través del programa Fondear, por 450 millones de pesos, por el que tuvo que comprometerse a llevar adelanteun plan de restructuración y la concreción de una futura venta.
Esos 450 millones, que fueron acordados en mayo, se pagaron en dos tramos, uno a mediados del año y el último en los últimos meses de 2017.