Cuando las temperaturas superan los 30 grados y el calor hace imposible circular por la ciudad, es necesario hidratarse correctamente para poder continuar con la rutina diaria.
En el caso de los deportistas, éstos se enfrentan habitualmente a las condiciones climáticas del momento. Así, entrenan con lluvia, frío, viento e incluso, temperaturas elevadas.
El calor exige de algún cuidado especial ya que el cuerpo necesita de un esfuerzo extra y para ello hay que tener en cuenta algunas recomendaciones para poder practicarlo sin mayores contratiempos.
Pablo Corinaldesi, médico especialista en medicina del deporte y asesor médico para Argentina del Instituto Gatorade de Ciencias del Deporte, brinda algunos tips y consejos para tener en cuenta al momento de practicar deportes y durante cualquier otra actividad.
* Asegurar un estado adecuado de hidratación previo al inicio del esfuerzo, a través del control del color de la orina.
* Un color de orina claro indica un buen estado de hidratación, por el contrario un color oscuro de la misma determina un inadecuado estado de líquidos en el organismo.
* Durante el esfuerzo se recomienda ingerir líquidos fríos y de sabor agradable al paladar cada 15 a 20 minutos.
* Al finalizar la actividad física asegurar una óptima reposición de líquidos, minerales y la energía utilizada por nuestros músculos. Es muy importante, pesarse antes y después del deporte para establecer las pérdidas de fluidos por sudoración.
* Estimular el uso de indumentaria de colores claros para disminuir la absorción de los rayos solares cuando entrenamos al aire libre.
El calor es agobiante, ¿qué hacemos?
Asegurarse una adecuada hidratación a lo largo del día a través del consumo de bebidas frescas. Consumir frutas y verduras de colores variados, pues aseguran también un alto aporte de líquidos, minerales y vitaminas.
Evitar la utilización de ropas oscuras dado que atraen con mayor intensidad los rayos solares. En la medida de lo posible, limitar la exposición a la luz solar en los horarios de mayor riesgo (de 11 a 16).
Tener especial cuidado en las poblaciones de riesgo, niños menores de dos años y adultos mayores.