Las estadísticas mundiales muestran que los grupos con mayor incidencia de accidentes serios en el agua son los varones menores de cinco años; en la mayoría de los casos por ahogamientos y en presencia cercana de familiares o cuidadores.
Los adolescentes constituyen otro grupo de riesgo, habitualmente relacionado a actividades en ríos, arroyos y mares.
"Es necesario tener en cuenta que el ahogamiento puede ser silencioso y pasar inadvertido en un primer momento. Puede ocurrir en presencia de guardavidas y unos pocos centímetros de agua son suficientes para que ocurra un accidente; incluso, los buenos nadadores pueden ahogarse", indica la doctora pediatra María Florencia Biasoli.
Y agrega: "Los padres tienen un rol fundamental en la educación y prevención de accidentes relacionados con el agua. Jugar en el agua puede ser una experiencia muy divertida y una buena forma de hacer ejercicio, pero se disfrutará más si se conoce y practica con precaución y seguridad".
Recomendaciones para el uso seguro de piletas
• Instalar una cerca o valla de seguridad alrededor de las piscinas de jardín. También son recomendables las cubiertas protectoras.
• El borde de la pileta preferentemente debe ser antideslizante.
• Si la pileta tiene boca de succión asegurarse que esté cubierta con una rejilla de trama pequeña para evitar que se atasque un miembro.
• Las sillas o reposeras ubicadas en los bordes de la pileta pueden ser utilizadas para trepar y permitir el ingreso del niño dentro de la pileta.
• Extraer todos los juguetes e inflables del agua cuando los niños dejen de nadar, para impedir que intenten recuperarlos cuándo estén solos.
• Los dispositivos inflables de flotación pueden provocar una falsa sensación de seguridad y no son suficientemente eficaces para proteger a los niños del ahogamiento.
Recomendaciones para visitar cursos de agua naturales (mar, arroyos, ríos)
• Antes de permitir el ingreso de los niños, verificar la temperatura del agua. Cuando son muy frías pueden causar problemas serios en la respiración y calambres.
• La presencia de corrientes, oleaje, remolinos y agua turbia u oscura reducen la visibilidad y aumentan el riesgo de ahogamiento. Es importante enseñarles a los niños a respetar las señales de precaución y prohibición de baño, como las banderas de colores en la playa.
• Averiguar sobre la calidad del agua sobre todo para niños pequeños que puedan ingerirla en forma involuntaria.
• Usar calzado para ingresar en aguas cuyo fondo sea de piedras o elementos que puedan provocar lesiones.
• Usar salvavidas al nadar y navegar, especialmente en menores de cinco años. Debe tener un cuello de flotación que mantenga la cara y la cabeza afuera del agua. Los juguetes inflables como “brazitos”, colchonetas, “flota – flota” no sustituyen a los salvavidas y pueden resultar peligrosos si se desinflan o permiten que el niño se deslice al no tener una sujeción adecuada.
Es importante mantener constantemente vigilados a los niños mientras están en el agua, aún si hay guardavidas. La supervisión debe estar a cargo de un adulto en condiciones físicas de socorrer al niño en caso de requerirlo. En niños pequeños, aún en aguas poco profundas, la supervisión debe ser a poca distancia, “al alcance de la mano”.