Raimundo acompañó a su mujer hasta el doloroso final por causa del coronaviruis y cuando volvió a su casa se encontró con la ingrata sorpresa de ver a extraños viviendo y disfrutando de su domicilio de Chacra de la Merced, Córdoba.
Nada podría ser peor para este cordobés, que quedó solo con la urna de las cenizas de su esposa, sin tener dónde ir y sin ayuda de la fuerza pública, para recuperar su vivienda y su historia vivida allí.
Pero la suerte cambió gracias al apoyo de los vecinos, a los que acudió en pedido de ayuda y que no dudaron en auxiliarlo para lograr que los usurpadores devuelvan lo que no les pertence: "pedí ayuda a los vecinos para que vengan, para que me ayuden con una marcha. Era una mujer con chicos ocupando la casa. Es la única casa que tengo. Dormí de prestado", resaltó en diálogo con Arriba Córdoba de El Doce.
Según contó, tras la ingrata sorpresa inicial hizo la denuncia pero no recibió una respuesta favorable: "me dijeron que demoraba tres días la orden de desalojo, y que no haga nada porque nos podía traer un problema", señaló.
Al recuperar su casa, todavía lo esperaba otra "sopresa" más: le habían robado y quemado muchas pertenencias que eran de su mujer.
"Hicieron un boquete, le estaban sacando cosas y le habían reventado la puerta para sacar las cosas más grandes", contó una vecina que dijo que los usurpadores "querían traer otra mujer, embarazada y con chicos", para que se instale en la casa.